Cinco tramos viarios de la red de carreteras del Estado en la región multiplicaron por más de diez el índice de peligrosidad medio en el lustro que va del 2011 al 2015. Todos ellos se encuentran en la provincia de Cáceres, tres en la N-630 y los dos restantes en la N-110, según un informe elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Durante ese periodo de tiempo, entre los cinco sumaron un total de 17 accidentes en los que hubo al menos un herido (leve o grave) o un muerto. El total de víctimas fue de 26.

A nivel nacional, son un total de 190 kilómetros de carreteras convencionales y autovías localizados en 60 vías de 40 provincias los que, como mínimo, decuplicaron a lo largo de ese quinquenio el índice de peligrosidad medio registrado. En ellos se han contabilizado 1.306 accidentes y 2.044 víctimas.

Las referencias que se incluyen en el estudio de AEA son intervalos de un kilómetro en los que se sitúa cada tramo de concentración de accidentes (TCA). El índice de peligrosidad que se emplea para ordenarlos contempla tanto la cifra de accidentes con víctimas que ha registrado como la intensidad del tráfico que soporta (número de vehículos que utiliza a diario esta carretera). El índice medio en España fue de 9,6, por lo que el listón para aparecer en esta clasificación se sitúa en 96.

En el caso extremeño, el punto más conflictivo es el kilómetro 478 de la N-630, con un índice medio de 231,9, que le lleva a ocupar la posición 48 en el ranking de peligrosidad de la red española de carreteras del Estado. En este tramo, situado en Plasencia, la intensidad media diaria es de 4.513 vehículos y contabilizó entre 2011 y 2015 tres accidentes con otras tantas víctimas. A continuación figura el punto kilométrico 371 de la Nacional 110, en Cabezuela del Valle. Aquí la intensidad media diaria de vehículos se sitúa en 3.964. Ha habido una decena de víctimas en siete accidentes. Ocupa el puesto 98 en el listado de los tramos con más riesgo del país, con un índice de peligrosidad de 150,3 y ya apareció en la anterior edición del informe.

Los otros tres tramos de carreteras más peligrosos de la red estatal en Extremadura, según AEA, están, por este orden, en el kilómetro 468 de la N-630, en el 360 de la N-110 (Tornavacas) y en el 573 de la N-630 (cerca de Aldea del Cano llegando desde Cáceres). De los cinco, dos de ellos cuentan con radar en el mismo punto o en un radio de 5 kilómetros (ambos en la N-630, los de los kilómetros 468 y 478).

En el ámbito estatal, y en cuanto a las carreteras convencionales, el tramo más peligroso del país se ha localizado este año en el kilómetro 358 de la desdoblada N-122, a la entrada de Valladolid, con un índice de peligrosidad que supera en 423 veces la media nacional, mientras que el que concentra un mayor número de accidentes y víctimas es el kilómetro 12 de la A-55, a la altura de Mos, en Pontevedra «que sigue ostentando el récord nacional de accidentalidad con 110 accidentes y 189 víctimas», se explica desde AEA. De los 190 tramos localizados este año, 26 ya aparecían en el informe del año pasado y en más de la mitad ha aumentado su índice de peligrosidad.

AUMENTAN LOS TRAMOS / Igualmente, desde este colectivo se señala que «a pesar de haberse mantenido estable el índice de peligrosidad medio de las carreteras españolas, han aumentado los tramos en los que se supera en más de diez veces la media nacional», una vez que en el informe del año pasado se recogieron 140 puntos frente a los 190 localizados este año. «Y este hecho evidencia que la reducción presupuestaria destinada al mantenimiento de las carreteras está afectando negativamente a la seguridad vial de nuestro país», se arguye.

En el estudio de AEA no aparece ninguna carretera de la provincia de Badajoz entre las más peligrosas dentro del periodo analizado. Los niveles más elevados de riesgo en esta provincia están de nuevo en la N-630, en los puntos kilométricos 700 (con un índice de peligrosidad medio de 72,2); en el 635 (64,8); y en el 662 (59,6).

No obstante, otro informe elaborado en este caso por EuroRAP, con unos criterios algo diferentes —el periodo que se tomaba como referencia era entre 2013 y 2015 y los tramos eran de mayor longitud, por ejemplo—, situaba como el tramo de riesgo más elevado de la Red de Carreteras del Estado el que discurre entre los kilómetros 33,4 y 45,9 de la N-435, entre el principio de la zona urbana de Almendral y el comienzo de la variante de Barcarrota. Son 12,5 kilómetros de longitud en los que se produjeron media decena de accidentes graves entre 2013 y 2015, con un resultado de tres fallecidos y cuatro heridos graves. Además, por tercer año consecutivo fue un tramo considerado como de riesgo alto.