El coordinador regional de Ciudadanos en Extremadura, David Salazar, junto con dos de sus diputados afines, Fernando Baselga y Encarna Martín, han contraatacado el intento de revuelta de ayer de sus 4 compañeros registrando esta mañana ante la Mesa de la Asamblea de Extremadura un escrito donde solicitan que no sea tomado en consideración la petición presentada por éstos (Fernando Rodríguez Enrique, Marta Pérez Guillén, Joaquín Prieto y José María Casares), donde se establecen los nuevos cargos de representación del grupo y se deja fuera al coordinador regional.

Para David Salazar, Fernando Baselga y Encarna Martín la petición de sus hasta ahora compañeros no se ajusta al reglamento de la Cámara dado que, entre otras cosas, se propone de presidente del grupo parlamentario a Fernando Rodríguez Enrique, quien aún no ha adquirido la condición plena de diputado al no haber prometido o jurado el acatamiento de la Constitución y el Estatuto de Autonomía en sesión plenaria dado que acaba de obtener su credencial como nuevo diputado en sustitución de Cayetano Polo, quien dimitiera de su cargo hace una semana.

La división que vive el grupo parlamentario Ciudadanos, con 7 diputados, se produce después de que la dirección del partido decidiera la semana pasada relegar a Cayetano Polo de la portavocía, nombrando nuevo coordinador regional y portavoz a David Salazar. Ello parece haber encendido los humos de 4 componentes del grupo saltándose las normas internas del partido y erigiéndose en representantes de Ciudadanos en la Asamblea al margen de nuevo coordinador.

El escrito presentado esta mañana expone, además, que según el Reglamento interno del grupo parlamentario, la propuesta de nombramientos correspondiente a la dirección del grupo debe ser aprobada por el Comité permanente (art. 2), lo que no ha sucedido. Para ello, se adjunta un escrito de José María Espejo, vicesecretario general de Ciudadanos, quien también solicita que no sea tomado en consideración el escrito de los 4 diputados por arrogarse una representación que no les corresponde. Espejo dice en su escrito que la propuesta de nombramientos del grupo parlamentario debe ser elevada al comité permanente del partido, un trámite que no se ha llevado a cabo. “En ningún momento la dirección del partido y, en particular, su comité permanente ha tenido conocimiento de ninguna propuesta de cambio de la dirección del grupo parlamentario, por lo que no la ha podido autorizar. Así pues, el pretendido cambio de la dirección del grupo parlamentario se lleva a cabo en contra de la voluntad del partido y, en particular de sus órganos de dirección”, señala.

Para José María Espejo, “el reconocimiento de efectos jurídicos al pretendido cambio en contra de la legalidad y la voluntad de los órganos de dirección del partido supone que el ‘sedicente grupo parlamentario Ciudadanos’ (así lo denomina) deja de sujetarse a las instrucciones del partido en cuya lista electoral se presentaron los diputados que, en virtud del escrito, deciden no atenerse a la legalidad a la que afirmaron someterse por su libre voluntad”. En consecuencia, añade, “se produce una material suplantación de la voluntad del partido y una apropiación de su imagen que le daña, así como confunde a los ciudadanos haciendo pasar decisiones del sedicente grupo por decisiones del partido”.

La Mesa de la Asamblea, órgano interno de gobierno de la Cámara, no abordará hasta su reunión del próximo martes 6 de octubre, como estaba prevista, los cambios en el organigrama de Ciudadanos propuestos por cuatro de sus siete diputados. Los servicios jurídicos de la Asamblea deberán determinar la validez de este documento y, caso de visto bueno, los miembros de la Mesa deberán determinar su aprobación o rechazo.