Los más de 200 kilos de cocaína incautados esta semana en Mérida --el mayor alijo de droga intervenido nunca en Extremadura-- procedían de Perú y estaban de paso en España con un destino claro: abastecer a varios países de la Unión Europea. Así lo han desvelado las investigaciones desarrolladas por la Guardia Civil, que ayer dio por cerrada definitivamente la denominada operación Bacalaho .

La operación se inició después de que los agentes de la Benemérita descubriesen, gracias a la colaboración de la policía judiciaria portuguesa, la existencia de una red española de traficantes de droga, con ramificaciones en Extremadura, que se dedicaba a introducir en el país grandes cantidades de cocaína procedente de Perú. Posteriormente la droga pasaba por Chile, llegaba a España y era distribuida y vendida en varios países de la Unión Europea.

El dispositivo de vigilancia puesto en marcha por la Guardia Civil permitió la localización de una retroexcavadora sospechosa que fue importada desde Chile y que entró en el país a través del puerto de Valencia, ciudad en la que fue depositada en un polígono industrial cercano. La actitud de las personas que controlaban la excavadora, que adoptaban numerosas medidas de seguridad para no ser descubiertas, confirmó las sospechas de los investigadores sobre la posibilidad de que en el interior de la máquina hubiesen ocultado una importante cantidad de droga.

LLEGADA A MERIDA Unos días después la máquina fue trasladada a Mérida, y esta vez se estacionó cerca de unas obras para no levantar sospechas, un lugar en el que permaneció durante varios días, pasando desapercibida para los vecinos pero no para los agentes que la vigilaban de cerca. En concreto, la retroexcavadora estaba aparcada en la avenida Camino Viejo de Mirandilla, junto a la entrada principal de la antigua barriada de La Paz. Y es que junto a esa zona la empresa Placonsa ha iniciado los trabajos de construcción de las primeras viviendas de de 60.000 euros promovidas por la Junta de Extremadura, con lo que hay un movimiento constante de excavadoras y camiones.

Ante la posibilidad de que la mercancía desapareciera la Guardia Civil decidió actuar sin esperar más y detuvo, en varias localidades de Badajoz, a tres personas.

LOS ACUSADOS Los detenidos son J. E. G., de 38 años, F. J. C. O., de 40, y J. P. G. G., de 66, todos ellos de nacionalidad española y acusados de un presunto delito de narcotráfico. La Guardia Civil considera que los dos últimos fueron los responsables de obtener la droga en Perú gracias a los contactos que hicieron con los narcotraficantes sudamericanos aprovechando, al parecer, que habían estado trabajando en ese país con anterioridad.

Tras las detenciones los agentes de la Guardia Civil trasladaron la reotroexcavadora, que estaba en bastante mal estado, al parque municipal de La Algodonera y la registraron a fondo. En el interior de su brazo metálico se encontraron 200 paquetes que contenían 207 kilos de cocaína. Para dificultar aún más su localización estos paquetes habían sido envueltos en láminas de plomo.

Posteriormente se llevaron a cabo siete registros domiciliarios y fueron intervenidos tres vehículos, uno de ellos con un doble fondo preparado para ocultar y transportar droga y dinero en metálico.