En España, para ejercer determinadas profesiones, es necesario adscribirse a un colegio profesional. Ocurre con los médicos, los abogados, los arquitectos o los ingenieros, por ejemplo. Pero eso podría cambiar en unos meses. El Gobierno ha presentado dos proyectos de ley que supondrán, entre otras cosas, la supresión de ese requisito. Los colegios profesionales de Extremadura, como los del resto del país, ven en esta iniciativa una amenaza para su futuro y también consideran que peligra la calidad de los servicios que se prestarán si estas normativas salen adelante.

Los dos proyectos de ley, conocidos como ley paraguas y ley omnibus , están en fase de estudio parlamentario en el Congreso de los Diputados, que debe aprobarlas --con las modificaciones oportunas-- antes del 28 de diciembre. Esa es la fecha límite dada por Bruselas para que los Estados miembros adapten a su legislación la nueva Directiva Europea de Servicios, que pretende eliminar algunas barreras legales y administrativas que limitan el desarrollo de determinadas profesiones en este sector.

Los dos proyectos de ley aspiran a sintetizar la normativa comunitaria, aunque según Manuel Fortea, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, en España se pretende "ir más allá" de lo dictado por la UE. "Porque la directiva no tiene más propósito que establecer unos criterios generales relativos al mercado interior, sin alterar el campo de los profesionales. Textualmente dice no afectar y se declara coherente con la directiva sobre cualificaciones profesionales", agrega, a la vez que acusa al Ejecutivo socialista de tratar de aprovechar esta oportunidad para desregularizar el ejercicio de estas profesiones.

A grandes rasgos, estos dos proyectos de ley pueden conllevar --si son aprobadas tal y como las ha presentado el Ministerio de Economía-- a la supresión de la colegiación obligatoria para ejercer determinadas profesiones, la eliminación de la necesidad de visado, la limitación de las cuota de inscripción y la supresión de la función orientativa de los colegios a la hora de fijar baremosde honorarios y precios.

Según los colegios, esto supondrá su estrangulamiento económico, dado que corta las principales fuentes de ingresos de estas organizaciones. "Si este proyecto de ley prospera, muchos colegios tendrán que cerrar", apunta Ernesto de Miguel, decano del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Extremadura.

OTRAS CONSECUENCIAS Pero no solo se trata de una cuestión económica. Según Carmelo Cascón, decano de los abogados de la provincia de Cáceres, esta ley "impedirá el control deontológico de los profesionales que ejercen en nuestro país y abre las puertas al intrusismo. Porque ¿quién y cómo se va a garantizar que quien trabaja en la profesión lo hace de forma legal y con la formación oportuna? De eso nos encargamos actualmente los colegios y por eso es obligatoria la colegiación". "Aspira a lograr el ejercicio libre de la profesión, pero sin reconocer dos problemas: se crea un vacío jurídico y regulatorio para los no colegiados; y se priva al consumidor de las garantías sobre quien le presta el servicio", ahonda Manuel León, su homólogo del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Badajoz. Bajo su punto de vista, requisitos como la colegiación y el visado "previenen el intrusismo y garantizan la seguridad acreditando que el profesional está adecuadamente habilitado y es competente y que el trabajo consta de la documentación requerida para tramitarse correctamente".

La ley omnibus está en una fase inicial de su tramitación parlamentaria. Por eso los colegios profesionales esperan una reforma en profundidad de los artículos que les afectan. "Todos los partidos, a excepción del PSOE, han expresado su desacuerdo con este proyecto de ley por motivos muy diversos, desde considerarlo inoportunamente desregulador hasta por invadir competencias propias de las comunidades autónomas", explica Manuel Fortea, que está siguiendo de cerca todo el procedimiento. El sabe que quedan tres meses por delante para luchar y saber si los colegios se mantienen o si, como muchos se temen, terminarán convirtiéndose en meras asociaciones, agrupaciones o gremios profesionales.