La popular fiesta del Chíviri congrega cada año a miles de personas en Trujillo en la jornada del Domingo de Resurrección. Es una cita multitudinaria cuyo origen radica en la fiesta de la primavera que se remonta de tiempos antiguos y dioses paganos y que conmemoraba la llegada del buen tiempo y el fin del rigor del invierno y la Cuaresma. La celebración ha ido variando. Ahora lo habitual es vestir un pañuelo rojo anudado al cuello o el traje típico trujillano, en la plaza Mayor, que se llena de colorido en esa jornada en una fiesta de ambiente popular con cánticos tradicionales como el que lleva el nombre de la fiesta o el Trujillo de mi corazón . La celebración pone el punto y final a la Semana Santa de la localidad --y enlaza con la romería que se celebra un día después--. La Pasión trujillana destaca también por la riqueza histórica-artística y una arquitectura tanto civil como religiosa muy notable que sirve de marco incomparable para los desfiles que se celebran durante esa semana. De hecho fue reconocida como Fiesta de Interés Turístico de Extremadura. El Vía Crucis Penitencial del Lunes Santo por la Villa Medieval y la procesión del Silencio en la madrugada del Sábado Santo son algunos de los momentos más relevantes de esta Semana Santa, que se celebra con recogimiento.