Tal y como explican desde Ranstad, «durante los últimos años, la digitalización y el desarrollo de las nuevas tecnologías han modificado los hábitos de consumo y, por lo tanto, también las necesidades del mercado laboral». Ello supone que el crecimiento registrado en el comercio electrónico ha influido en las demandas de las compañías, que buscan perfiles con competencias digitales. Se incrementan las necesidades de profesionales destinados a la atención al cliente, por ejemplo.

No obstante, desde la agencia Ranstad también explican que a pesar del auge del comercio electrónico, el comercio tradicional se mantiene como el principal impulsor de la contratación durante estos meses del año. Así, las empresas buscan dependientes, promotores, azafatos y perfiles comerciales, principalmente, entre los que se valoran cualidades como el trato cercano con el cliente y las dotes comunicativas para aumentar las ventas.