Caja Extremadura comienza hoy su Plan de Reordenación de la Red Comercial, tras constituir un Sistema Institucional de Protección (SIP) con CAM, Cajastur y Caja Cantabria, con el cierre de su oficina en la avenida de Cervantes de la capital cacereña.

Los tres trabajadores de esta oficina han sido reubicados en otra de esta entidad situada a 50 metros de la anterior.

Según Caja Extremadura, a este cierre seguirá el de otras tres oficinas en la capital cacereña: las ubicadas en la calle Gil Cordero y las plazas de Los Conquistadores y Mayor.

En el transcurso de esta mañana, varios operarios han traslado el material informático y de otra índole ante la mirada de algunos clientes que, sin tener conocimiento del cierre de la oficina, se desplazaban a la misma para llevar a cabo alguna operación.

Este proceso de reordenación ha sido planificado, según responsables de la entidad financiera, con el objetivo de minimizar las consecuencias para sus empleados, que en la mayoría de los casos serán reubicados en oficinas de su misma población.

Muy pocos tendrán que hacerlo a menos de 25 kilómetros de su anterior lugar de trabajo, y los que superan esta distancia, que son los mínimos según la entidad, han aceptado voluntariamente atendiendo a sus expectativas profesionales.

En ningún caso se ha producido ningún traslado forzoso y en todo momento se ha intentado compaginar las necesidades de la empresa con la conciliación de la vida familiar y laboral de cada uno de los empleados.

Tras el cierre de las cuatro oficinas de la capital cacereña, el plan prevé el de dos en Plasencia, en la avenida de La Salle y en la calle San Miguel, y dos en la capital pacense, en las avenidas de Fernando Calzadilla y Virgen de Guadalupe.

También esta previsto el cierre de una oficina en las poblaciones de Mérida, Jaraíz de la Vera, Zafra, Moraleja, Miajadas y Coria.