La Confederación Española de Policía de Extremadura (CEP) reclama la puesta en marcha de un plan de emergencia para las comisarías del Cuerpo Nacional de Policía de Cáceres y Plasencia para prevenir la seguridad de los funcionarios y de los detenidos en caso de situación de peligro o accidente. La CEP considera "incomprensible" que estas dependencias no dispongan de planes de emergencia, ya que incluso "pueden ser objetivos de hasta un atentado terrorista", y que ni siquiera se haya realizado hasta el momento un simulacro de evacuación que permita a los funcionarios "saber cómo desenvolverse ante una situación de catástrofe".

Tampoco los bomberos de estas dos ciudades conocen las distintas dependencias ni su contenido, ya sea armamento, munición, o cualquier otro tipo de material peligroso. Además, los agentes que custodian los calabozos no están capacitados para desalojar a los detenidos en caso de incendio, asegura la CEP.

La agrupación que defiende los intereses de la policía denuncia que los calabozos de las dos comisarías están llenos de humedades y malos olores que sufren los funcionarios, que allí prestan sus servicios, y los detenidos. "En el de Cáceres, se hace imposible trabajar ya que se amontonan en sus pasillos materiales procedentes de diversas operaciones policiales como bidones de plástico, algunos con un contenido peligroso como es el gasoil", añade.

Por todos estos motivos, la CEP ha solicitado a la Jefatura Superior de Extremadura que subsane estas deficiencias y que al menos uno de los más de 900 funcionarios que trabajan en ella sea preparado y destinado a trabajar en la prevención de los riesgos laborales que se dan en las distintas comisarías de la región para evitar peligros.

En respuesta a las críticas de la CEP, la Delegación del Gobierno asegura que es consciente de que algunos de los edificios que albergan comisarías en la región tienen carencias, pero que se está trabajando para buscar soluciones adecuadas a problemas "provocados en muchos casos por su antigüedad".

El departamento que dirige Carmen Pereira recuerda que desde el 2004 se trabaja para buscar soluciones: en el caso de Plasencia se está construyendo una nueva comisaría que estará terminada a mediados de 2009, mientras que en Cáceres y en Mérida se ha iniciado la licitación de los proyectos de sus nuevas dependencias policiales. Además, informa que las instalaciones de todas las comisarías han sido sometidas a un estudio de riesgos laborales por una empresa externa. El informe ha sido elevado a la Comisión Nacional de Seguridad Policial que emitirá un dictamen y se actuará en función de él, concluye.