Tras más de un año de trabajo, la Comisión No Permanente de Estudio sobre la Deuda Histórica concluyó ayer sin acuerdo de los grupos parlamentarios aunque la oposición advirtió de que no da por finalizado el asunto al no sentirse representada en las negociaciones que está llevando a cabo la Junta.

El pasado 28 de enero, en la que iba a ser la última reunión de la Comisión, se estableció un plazo de diez días para que los grupos alcanzaran un acuerdo después de que no prospera ninguna de las conclusiones particulares al votar cada uno la suya. Tras una nueva falta de consenso, se da "carpetazo" a la comisión y tendrá que ser la Mesa de la Asamblea de Extremadura la que determine si califica las conclusiones de cada grupo para que se debatan en pleno como voto particular.

Los grupos han sido incapaces de ponerse de acuerdo en cuestiones básicas como el propio concepto de Deuda Histórica, la cuantificación y ejecución de la misma, o el proceso de negociación, puesto que la oposición reclama estar presente en la Comisión Mixta para tener una "única voz" en la defensa de los intereses de la región.

El PSOE y el Prex-Crex defendieron además posturas coincidentes en lo referido a que el punto de partida de la cuantificación de la deuda sea el estudio llevado a cabo por la Universidad de Extremadura (UEX) que fija el déficit por este concepto en 14.000 millones, así como en la ampliación del plazo de las negociaciones.

Por su parte, la diputada del PP, Beatriz Villalba, que calificó el resultado de la Comisión como "bueno" frente al "fracaso" que apunta la oposición, señaló que "cuando se habla de diálogo se requiere ceder en posturas extremas" y consideró que la falta de acuerdo es "un lastre" para los extremeños. Indicó que desde el 2007 al 2011 ha habido "dejadez de funciones" por parte de algunos parlamentarios, refiriéndose a PSOE y Prex-Crex, mientras que el presidente extremeño, José Antonio Monago, y el consejero de Economía, Antonio Fernández, "se pusieron a actuar desde el primer momento".

PUNTO DE PARTIDA En cambio, la portavoz socialista en la Comisión, Ascensión Murillo, lamentó que los grupos no formen parte de las negociaciones con el Gobierno central, incumpliendo así el mandato de la Asamblea que aprobó una propuesta en este sentido, e impidiendo tener "una voz más fuerte y unida". En su opinión, el punto de partida tienen que ser los 14.000 millones de euros del estudio de la Uex, como "así le pareció también al PP en el año 2008", y entiende que es una "auténtica barbaridad" que la Junta se conforme "con poco más de 300 millones".

Desde Izquierda Unida, el diputado Víctor Casco criticó que la Junta haya "mirado a los pies" al Gobierno de España y que haya actuado "con pesimismo" al no ser capaz de exigir lo que es "de justicia" para los extremeños. "Cree que la Comisión entró en parálisis y terminó por fallecer en el momento en que la Junta decidió negociar la Deuda Histórica con España --y, a su juicio, "a la baja"-- sin contar con los representantes del pueblo extremeño", apostilló.

Finalmente, el portavoz del Prex-Crex, Damián Beneyto, resaltó que para su grupo hay tres aspectos innegociables: la cuantificación en 14.000 millones, la participación de los grupos en las negociaciones y la ampliación del plazo. "De esas tres líneas rojas no nos vamos a mover", dijo Beneyto, para quien aceptar "la cantidad del Gobierno sería vendernos por un plato de lentejas".