Los centros de salud se han convertido en una pieza clave para la desescalada. Sanidad ha confiado en la Atención Primaria la capacidad de detección y control de nuevos casos y ahora son los propios ambulatorios los que realizan las pruebas PCR. El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha incrementado las plantillas para hacer frente a la situación y, desde que comenzara la crisis sanitaria, ha contratado a 238 personas en todos los centros de la región (98 en Cáceres y 140 en Badajoz). En estos momentos la plantilla de los ambulatorios extremeños está formada por 4.701 trabajadores (1.973 en Cáceres y 2.728 en Badajoz).

Estos centros sanitarios intentan recuperar también la normalidad pero, como en todos los ámbitos, también es nueva. Los médicos de familia ya han vuelto a sus consultas por lo que los pacientes serán, a partir de ahora, atendidos por su especialista de referencia. Durante el pico de la pandemia la mayoría estaban dedicados al coronavirus: unos para la realización de pruebas, otros para las visitas a los pacientes que se encontraban en aislamiento domiciliario, otros para dar soporte a las residencias de ancianos... Ahora al coronavirus se destina solo una parte de los recursos humanos pero se sigue dando preferencia a las consultas telemáticas o por videoconferencia.

Las enfermeras y celadores que se encargan del triaje en la entrada del centro. / FRANCIS VILLEGAS

De esta forma, de los centros de salud ha desaparecido la imagen de decenas de personas en las salas de espera (de media un médico puede atender al día a unos 60 pacientes, lo que suponía aglutinar a unas 30 o 40 en un mismo espacio aguardando su turno). Este diario ha sido testigo de cómo se gestiona la fase de desescalada en uno de los centros de la región, en el de San Antonio, en la barriada de Nuevo Cáceres de la capital cacereña. Atiende a 24.000 pacientes tanto de la ciudad como de las localidades de Torreorgaz y Torrequemada.

En este caso, que puede extrapolarse a otros centros de salud, las colas se han trasladado a la puerta de entrada. Los pacientes aguardan en la calle, algunos con bebés en brazos, con mascarilla y salvando la distancia de dos metros de seguridad. Hay momentos del día en que la fila da la vuelta a parte del edificio. En la puerta los celadores, equipados con trajes de protección, mascarillas, guantes y pantallas, elaboran una especie de triaje, parecido al que habitualmente se lleva a cabo en las urgencias de los hospitales. Si el enfermo acude sin cita, se valora si necesita una consulta presencial o por videollamada y se le da una hora en función de la urgencia. En estos momentos se están atendiendo todas las citas en el mismo día que se solicitan.

Lo habitual es que el paciente acuda al centro de salud ya con su cita, que ha solicitado llamando al consultorio médico. Para gestionar estas llamadas cada ambulatorio tiene un equipo destinado en exclusiva a ello, que varía en función del número de personas a las que atiende. En el caso del de Nuevo Cáceres, hay cuatro administrativos en el mostrador. Aún así es probable que en ciertos momentos las líneas se colapsen (en el pico de la pandemia ocurrió en más de una ocasión).

Continúa dándose prioridad a las consultas telemáticas y por videoconferencia, sobre todo para evitar aglomeraciones. Aún así, si la patología clínica necesita de una consulta presencial este centro suele programarlas a última hora de la mañana. El objetivo es siempre el mismo: Que en el ambulatorio se concentre el menor número de personas posible.

¿Cuándo se activa la alarma?

Las alarmas se activan en cuanto llega un paciente con síntomas de posible covid: problemas respiratorios, tos, fiebre, cefalea, pérdida de gusto o de olfato. Se recomienda que, de sentir esta sintomatología, se evite acudir presencialmente al centro de salud. Es preferible comunicarlo a su médico de cabecera vía telefónica, que directamente le concertará una cita para realizarse una PCR en el centro de salud Mejostilla, donde están centralizados estos test en Cáceres.

El mostrador desde el que se gestionan las llamadas para pedir las citas. / FRANCIS VILLEGAS

Si acude al ambulatorio se le traslada directamente a la zona denominada «sucia», que usan en exclusiva pacientes de coronavirus o sospechosos. En este caso se accede bordeando el edificio para evitar que los contagiados accedan al centro y entren en contacto con la actividad habitual del mismo. La sala dedicada a ellos es la que antes se utilizaba para los cursos de preparación al parto. Aquí hay dos consultas: adultos y pediatría, donde los facultativos realizan directamente la prueba. El resultado tarda 24 horas. El espacio se desinfecta varias veces al día y se somete a una limpieza exhaustiva una vez a la semana. Si el paciente da positivo se limpia con ozono.

Al enfermo se le piden los datos y se le pregunta la identidad de todas las personas que han podido estar en contacto directo con él en los últimos días. Es el farmacéutico del centro el encargado de contactar con todos estos allegados. El protocolo obliga ahora a declarar a Salud Pública también los casos sospechos y, si da positivo, también los contactos cercanos.

Una vez que se confirma el contagio se le recomienda aislarse en su domicilio. Igual que a los contactos, a los que el centro de salud llama directamente y pone en aislamiento durante 14 días. A todos se les realiza un seguimiento clínico. Al enfermo se le llama todos los días para conocer su evolución (prestando especial atención entre el octavo y el noveno día porque es cuando el paciente tiende a empeorar) y a los allegados dos o tres veces durante la cuarentena (si desarrollan síntomas deben comunicarlo a su médico de cabecera).

Entre el 11 y el 17 de mayo en los centros de salud de la región se han realizado 1.080 PCR (651 en Badajoz y 492 en Cáceres). La capacidad de detección mejorará con la incorporación de los robots que van a permitir practicar una media de 4.000 test al día. Uno estará en el Hospital Universitario de Badajoz y otro en el San Pedro de Alcántara de Cáceres. Los centros de salud participan además en el estudio epidemiológico que ha puesto en marcha el Ministerio de Sanidad, realizando pruebas serológicas para conocer la inmunidad frente al virus. En Nuevo Cáceres se analiza a 24 familias.