Cerca de una veintena de extremeños cumplen condena en otros países y la mitad de ellos lo hacen en cárceles de Marruecos y Portugal. Así se desprende del último informe elaborado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, remitido al Congreso de los Diputados en mayo.

Ese documento, al que ha tenido acceso EL PERIODICO EXTREMADURA, detalla que de los 18 reos de la región que permanecen en prisiones extranjeras, la mitad de los cuales lo hacen en Portugal (6) y Marruecos (3). También explica el documento que 7 de estas 18 personas permanecen fuera del continente europeo, lo que dificulta enormemente el control de su situación en lo que se refiere, principalmente, al respeto de los derechos humanos. Así, hay presos de Extremadura en Alemania, Argentina, Bélgica, Colombia, Francia, Marruecos, Perú, Portugal y Venezuela. La principal causa de las condenas --7 de cada 10 casos-- se refiere a asuntos de droga, especialmente al tráfico de estupefacientes.

El volumen de reos extremeños en el extranjero ha aumentado casi un 40% en los últimos años, puesto que, según el Ministerio de Asuntos Exteriores, en el 2001 sólo había 13 por los 18 registrados actualmente.

La Asociación de Derechos Humanos de Extremadura explica que el principal problema es el de las "condiciones infrahumanas" que presentan muchas de estas prisiones, sobre todo las de Africa y América, por lo que ellos realizan, a petición de las familias, los trámites necesarios para su repatriación a España y, si es posible, a Extremadura.

De esta forma, los datos que maneja Adhex señalan que, por ejemplo, en Venezuela hay muchas quejas que se refieren "a insalubridad, ausencia y deficiencia en el acceso a servicios básicos, la aplicación de malos tratos físicos y vejaciones, así como quejas sobre la infraestructura de las prisiones". En Perú la situación no es mejor, puesto que las asociaciones de familiares de presos denuncian "que las condiciones de internamiento atentan contra la integridad y la salud" de los reos.

Mientras, el estado de las cárceles colombianas "es uno de los más duros del mundo". En este caso el problema es que en el interior de las prisiones "se repiten las estructuras jerárquicas de los carteles de la droga", lo que supone que "la violencia y los enfrentamientos entre bandas son constantes". Por último, señala que en Marruecos se vive una "situación infrahumana", con "celdas atestadas de gente y donde los malos tratos, las vejaciones y el cobro de sobornos por parte de los funcionarios son continuos".

Por el contrario, en Europa las cárceles al menos "cumplen unos requisitos mínimos que garantizan la dignidad" de los que allí cumplen condena.