La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 61 años de prisión al etarra Ignacio Aracama Media, alias Makario , y a 30 años a Ismael Arrieta Pérez de Mendiola, exsacerdote de Salvatierra (Alava), por el asesinato de tres guardias civiles, entre ellos el extremeño Avelino Palma, que organizaban el tráfico en una carrera ciclista en esta localidad el 4 de octubre de 1980. La sentencia ha dejado "relativamente satisfecha" a la viuda de Palma, Manuela Orantos, que lamenta que el autor material de los hechos "esté en Venezuela", manifestó ayer a este periódico.

El fiscal pedía 92 años de cárcel para Makario y 81 para Arrieta, pero la Audiencia Nacional condena a 61 años al etarra como autor de un delito de atentado, dos de asesinato, uno de utilización ilegítima de vehículo y otro falsificación de placas de matrícula. Mientras, el expárraco es considerado culpable de facilitar información a los miembros del comando, entre los que se encontraba Aracama, para la ejecución del atentado, en concepto de cómplice, de un delito de atentado y dos de asesinato.

Además, ambos deberán indemnizar con 390.000 euros a la viuda del guardia civil asesinado, así como con esa misma cantidad a Gemma López, viuda de José Vázquez, otro de los guardias civiles asesinados, y con 270.455 euros a los familiares de Prado Mella, otra víctima.

Tras conocer la noticia, Manuela Orantos, viuda de Avelino Palma manifestó ayer su "satisfacción" por la sentencia, pese a que el autor material de los hechos no ha sido condenado porque está extraditado en Venezuela, pero por lo menos, comentó, "Makario pasará el resto de su vida en la cárcel, que es lo que queríamos".

En este mismo sentido se mostró su abogado, Emilio Murcia, que dijo no perder la esperanza de que el etarra que está en Venezuela sea extraditado a España para ser juzgado.

HECHOS PROBADOS La sentencia, a la que ha tenido acceso este diario, señala que Aracama, junto con otros cuatro etarras, decidieron dar muerte a los guardias civiles que iban a dar protección y ordenar el tráfico en esa carrera ciclista, para lo que contaron con la información facilitada por Arrieta, que era el cura de Salvatierra.

Los días anteriores al 4 de octubre de 1980, Arrieta se entrevistó en varias ocasiones con dos de los componentes del comando y les comunicó el día y hora de la carrera. El día de los hechos, mientras Aracama estaba en un coche robado en Vitoria dos días antes, tres de los miembros del comando dispararon y asesinaron a los guardias civiles, ensañándose con José Vázquez al que malherido en el suelo, "le arrebataron el último hálito de vida, acribillándolo a balazos".

En Extremadura hay 31 personas inscritas en la Asociación de Víctimas del Terrorismo.