La reducción de superficie forestal quemada debido en gran parte a las buenas condiciones climatológicas también se notó de manera importante a nivel nacional, aunque no con tanta intensidad como en Extremadura.

Así, el pasado año ardieron en España alrededor de 42.000 hectáreas de monte, la mitad que en el 2007, lo que también supone el mejor registro de la última década, ya que el anterior era de 1999 con algo más de 82.000 hectáreas calcinadas. En total los incendios en toda España acabaron con el 0,16% de la superficie forestal, una proporción que triplica a la extremeña.

En la última década, el fuego a devastado en Extremadura más de 125.000 hectáreas de bosque, monte bajo y pastos, lo que equivale casi al término municipal de la ciudad de Badajoz, y supone que los incendios han destruido en ese tiempo el 6,5% de la superficie forestal extremeña.