El autobús siniestrado el pasado miércoles en Miajadas sufría problemas en uno de los sistemas de frenado y los responsables de la empresa Tranex (Transportes Extremeños Interurbanos) tenían conocimiento de ello. Sabían de los problemas en el dispositivo de frenado eléctrico de la caja de cambios por los partes diarios de los conductores, pues según ha podido comprobar este diario, diferentes empleados de la compañía venían alertando de estas deficiencias desde al menos una semana antes al accidente y prácticamente a diario.

Hasta en cinco partes de conductores, de fechas próximas a la del día del siniestro y a los que ha tenido acceso EL PERIODICO, se ponían de manifiesto diferentes "incidencias" observadas en el coche 122 (el que sufrió el accidente en el que resultaron muertas tres personas). Entre otras, como fugas de aire o peldaño de escalera roto, en todos ellos se hacía constar "no le va el retarder de frenos". De esta incidencia se dio incluso aviso el mismo miércoles 24, día del accidente, tras haberse detectado fallos en este mecanismo durante dos viajes que ese mismo autobús había realizado por la mañana.

El responsable de Tranex, Antonio Reseco, reconoció ayer la existencia de estos avisos por parte de los conductores. Sin embargo, aseguró que esos problemas se habían solucionado ya al cambiar, "hace unos 20 días", la caja de velocidades en la que va instalado este sistema de frenado. Además, quiso restar importancia al funcionamiento del retarder al asegurar que "solo sirve para tener un mayor control sobre el vehículo, porque ralentiza la marcha". "Por sí solo este mecanismo no puede detener un autobús, por lo que no puede ser la causa del accidente", explicó.

PROBLEMAS MECANICOS Los partes de trabajo de los empleados de la empresa ponen de manifiesto recientes incidencias mecánicas tanto en el autobús que sufrió el trágico accidente, como en otros vehículos de esta compañía, a la que desde hace ya tiempo viene, además, denunciando por diferentes hechos el Sindicato Extremeño.

Así, ya en el pasado mes de diciembre el citado sindicato puso en conocimiento de la directora general y del jefe de servicio de Transportes de la Junta que existían deficiencias en los autobuses de esta empresa, y también ha presentado el sindicato varios denuncias "sobre el mal estado de estos vehículos" ante la Inspección de Trabajo. Fuentes del sindicato declinaron ayer hacer más declaraciones al respecto, alegando que lo harán en su momento, de abrirse finalmente una causa judicial contra el trabajador de Tranex que conducía el autobús accidentado.

El responsable de la empresa, por su parte, aseguró haber visitado durante el fin de semana al conductor, Antonio López Méndez. "Sigue bajo tratamiento y continúa diciendo que fue un fallo de los frenos, pero nosotros estamos convencidos de que no hubo ningún problema mecánico que originara el siniestro".

De momento, Antonio López, de 63 años, ni ha sido detenido ni hay acusación alguna contra él. Una vez confirmado por los técnicos que la causa del accidente fue el exceso de velocidad, está por determinar si se debió a un fallo humano o mecánico, de lo que dependerá que sea o no imputado por tres homicidios imprudentes el conductor. Este, según adelantaron ayer fuentes cercanas a la investigación, podría ser hoy llamado de nuevo a declarar por la Guardia Civil.