El consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, está convencido de los beneficios que la instalación de una refinería reportará a la región, aunque matiza que siempre que se ajuste a la legislación: "Si la refinería cumple las leyes se podrá instalar, si no cumple las leyes, no se podrá instalar". Fernández Vara plantea su argumentación en el Pleno de la Asamblea de Extremadura a petición del Grupo Popular y señala, según indica Europa Press, que desde la Junta de Extremadura, dentro de la normativa europea de salud medioambiental, se hacen una serie de controles oficiales sobre industrias alimentarias, aguas de consumo, radiaciones ionizantes y no ionizantes, entre otros. "Ahí está nuestra seguridad y ahí está nuestra garantía".Fernández Vara aprovecha para avanzar que la Junta prevé en su actual Plan de Salud establecer un sistema "aún más integral" de vigilancia de la salud pública, que incluya de forma regular el análisis, la evaluación y la comunicación de la información general. También se prevé poner en marcha una vigilancia especial de la patología que puedan estar relacionadas con la contaminación atmosférica. Una vigilancia especial que se pondrá en marcha siempre que este proyecto salga adelante, y que vigilará la incidencia de esta patología en su zona de influencia y la comparará con el resto de región, así como los cuadros atendidos en urgencias de los hospitales, entre otros aspectos. No obstante, el consejero recalca que a la hora de apoyar la refinería no "se está hablando de una energía un otra, sino de una energía y otra", ya que además de proyectar esta industria, también existen proyectos de otro tipo, como energía solar, biomasa o biogas. "Nosotros porque defendamos un proyecto, siempre que esté dentro de la ley, no significa que no apoyemos los demás".En este sentido, el presidente del PP, Carlos Floriano, recuerda que, en su programa electoral de las últimas elecciones, el PSOE apostaba por un modelo de desarrollo sostenible y, ahora, "están haciendo ustedes todo lo contrario de lo que iban a hacer. Asimismo, el dirigente popular intenta refrescar la memoria de los diputados socialistas advirtiendo que la Organización Mundial de la Salud incluye a las refinerías entre las industrias más dañinas. Según los datos manejados por Floriano, la refinería emitirá 3.812 toneladas de CO2 diarias, lo que supone casi 1,5 millones de toneladas anuales de CO2. "¿Eso no daña la salud?", pregunta. "Puedo pensar que usted lo dice porque lo tiene que decir", matiza. Con todo ello, Carlos Floriano propone a Fernández Vara un acuerdo: "Gane quien gane, habrá un compromiso claro de no ofrecer un futuro negro ni para sus hijos ni para mis hijas" y, en este sentido, apostilla que "una refinería es un futuro muy negro". Por su parte, el diputado del Grupo de Izquierda Unida, José Antonio Jiménez, considera "arbitraria" la decisión tomada por la Junta de Extremadura para apoyar la instalación de una refinería en la región. "Esa no es la solución, y mientras tanto se pone en peligro un sector fundamental, que es la agricultura" y reprocha al consejero de Sanidad que no se haya hecho ningún estudio para conocer las verdaderas consecuencias que podría conllevar una refinería en la región, y ofreció algunos datos según los cuales, una industria de este tipo es una "fuente importante de contaminación" y provoca "efectos adversos" para la salud, como cáncer, anemia, insomnio, o temblores.