El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se desligó ayer del informe filtrado al diario El País y publicado el pasado 3 de febrero que cuestionaba la seguridad de la Central Nuclear de Almaraz a raíz de los fallos detectados en los sistemas de refrigeración de uno de los reactores y de la inspección técnica que se realizó al respecto.

Este tipo de informaciones "pueden provocar una alarma social no justificada que socava la credibilidad del regulador y ocasiona un daño moral a los ciudadanos inmerecido e injustificado", expuso el CSN a través de un comunicado.

El pleno analizó las circunstancias e informaciones en torno a un informe que alertaba de posibles fallos en el sistema de agua de Servicios Esenciales de la central extremeña. Recuerdan que aunque este es el "máximo órgano" en materia nuclear y "el único" competente, en el segundo semestre de 2015 se creó la Asociación de Técnicos de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (ASTECSN).

NEUTRALIDAD "No ha contribuido a potenciar el ambiente de neutralidad y reposo en los análisis y evaluaciones técnicas" y que ha venido pronunciándose "en paralelo sobre materias en curso de evaluación", critican, al trasladar, según indican, información interna a los medios antes de que se pusiera en conocimiento del pleno.

El caso de Almaraz motivó una enérgica protesta del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que solicitó al CSN un informe por escrito con los pasos dados y cuestionó que no se le hubiera trasladado ninguna información antes que a los medios.

Como ya informó este diario, el consejo no ve ninguna "incertidumbre" en Almaraz. La unidad I está actualmente en parada para recarga y tiene operables las dos bombas de este sistema de agua de servicios esenciales. La unidad II, en marcha, dispone de dos bombas operables la bomba común de reserva. Además la central ha establecido un protocolo especial más restrictivo por el que detendrá los dos reactores ante cualquier fallo en esas bombas.