La principal preocupación de la Junta de Extremadura en materia de alcoholismo es el aumento del consumo "intensivo", especialmente durante los fines de semana y por parte de jóvenes. Así lo declaró ayer en Mérida la consejera de Sanidad y Dependencia, María Jesús Mejuto.

Mejuto hizo esta afirmación en una rueda de prensa sobre la celebración en la región del 75 aniversario de la Asociación Alcohólicos Anónimos, una comparecencia en la que le ha acompañado el presidente de la Junta del Servicio General de Alcohólicos Anónimos de España, Primitivo José Cachero.

La consejera explicó que ese tipo de consumo abusivo se halla en la región "por encima" de la media nacional y que sucede lo mismo con la edad de comienzo del hábito de beber alcohol, que es en Extremadura de 16,8 años.

Señaló que el 63% de los extremeños de entre 15 y 18 años tienen este hábito, cuando la media nacional es del 58,6%.

También explicó que el consumo de alcohol está "más extendido" entre los hombres que entre y las mujeres, y que la prevalencia mensual es ligeramente superior entre los jóvenes entre 15 y 34 años, aproximadamente el 62%, ya que en la población de mas de 34 años es del 60%.

Ante todo esto, explicó que, además del trabajo que con los afectados hacen entidades como Alcohólicos Anónimos, en Extremadura hay, por ejemplo, centros públicos como los de Drogodependencias Extremeños (CEDEX) y otros subvencionados o conveniados con ONGs, unos establecimiento que en 2009 atendieron a 2.977 personas con este problema.

Según Mejuto, esto refleja que el alcoholismo es un problema preocupante y que hay que incidir más en labores como las de prevención, diagnóstico y tratamiento. Además, alabó la labor de Alcohólicos Anónimos para que los alcohólicos abandonen la bebida ya que "la unión hace la fuerza".

Por su parte, Cachero subrayó que el alcoholismo es "un descenso a los infiernos y una enfermedad tremendamente grave" ante la que su organización tiene "un mensaje", que es precisa la "autoayuda" para abandonar el hábito y recuperarse de él, así como ayudar a otros afectados a hacer lo mismo. Se trata, argumentó, de "mantenerse sobrio" día a día y de extender este estado entre los alcohólicos, para lo que la Asociación trabaja intensamente desde una perspectiva "anónima" que "protege la identidad del alcohólico" ante el "estigma" social.