El ritmo de crecimiento del consumo de las familias en Extremadura caerá tres décimas a lo largo del 2008 con respecto al año anterior, hasta situarse en un incremento del 2,1%. Esta desaceleración se enmarca en la tendencia a la baja que mantiene el conjunto del país, aunque en este caso la caída es de 8 décimas, para ubicarse en el 2,4 %.

Estos datos se recogen en un informe elaborado por Caixa Catalunya que establece como factores responsables de esta situación al endurecimiento de las condiciones de financiación establecidas por las entidades de crédito, la dinámica menos expansiva de la actividad inmobiliaria y al avance más pausado en la creación de empleo.

Extremadura se coloca así entre el conjunto de comunidades cuya previsión de gasto familiar se sitúa por debajo de la media nacional, una situación que se repite con respecto a los datos del 2007, aunque entonces la diferencia era de ocho décimas, mientras que para este año se espera que se rebaje en tres. Sin embargo, esta situación supone un punto de inflexión en relación con los ejercicios precedentes, ya que entre los años 2003 y 2006 el incremento gasto privado de Extremadura superaba la media nacional.

Esta situación preocupa en mayor o menor medida a los ciudadanos, quienes en general se quejan de la subida generalizada de los precios y la pérdida de poder adquisitivo, lo que dificulta en buena parte el ahorro familiar y obliga asimismo a establecer prioridades en el orden de gastos del mes.

No obstante, según el mismo informe, la previsión de gasto por habitante en Extremadura durante el 2008 es de 8.823,5 euros --la media nacional es de 10.965,7-- lo que supone un aumento del 2%, superando así en seis décimas las expectativas de consumo de la media de los hogares españoles.