Un estudio demuestra que la aplicación de CO2 supercrítico al corcho natural elimina por completo el sabor a corcho que se puede desprender de su contacto con el vino.

Según recoge la agencia Efe, el grupo Oeneo Bouchage, S.A., fabricante de corcho natural, ha investigado esta técnica y que aplica a los 650 millones de tapones que distribuye en las principales denominaciones de origen de España y regiones vitivinícolas del extranjero.

El director y enólogo del grupo en su planta española de San Vicente de Alcántara, Miguel Ángel Ortiz, explica que el producto final tapón DIAM del estudio es un tapón de corcho técnico que, a diferencia del corcho natural, confiere neutralidad organoléptica a un vino.

La técnica consiste en el procesado del corcho natural, hasta su trituración y posterior aplicación del método basado en la tecnología del CO2 supercrítico, que es la que ayuda a seleccionar las moléculas que crean el problema del TCA o enfermedad del corcho y su posterior eliminación, detalla Ortiz.

El directivo del grupo subraya que el estudio encargado a un grupo de científicos demostró que sólo esta tecnología permite eliminar el sabor al corcho, que no desaparece, sin embargo, con el corcho natural.

Diferentes estudios muestran que entre un cinco y un siete por ciento de las botellas de vino que se comercializan contienen vino con sabor a corcho, algo que no le gusta a nadie.

Ortiz precisa que esta nueva tecnología de tapón de corcho aporta seguridad a la bodega y herramientas de permeabilidad y oxigenación al enólogo en la elaboración de los vinos.

Aun así, el tapón natural de corcho sigue siendo líder en el mundo del vino, aunque cada vez tiene mayor presencia este nuevo tipo de cierres, que constituyen una evolución del convencional y soluciona el problema "endémico y crónico" del sabor a corcho en el vino.