Luis Cortés presentó ayer su renuncia como secretario general de la organización agraria Coag, un cargo que abandona "de forma provisional" hasta que se resuelva judicialmente el presunto fraude en el que está imputado. En concreto, Cortés permanece imputado, junto a sus hermanos, como supuesto responsable de un fraude en las ayudas europeas al higo seco que la Guardia Civil cifra en torno a un millón de euros.

El conocido dirigente agrario comunicó ayer a la Comisión Ejecutiva de Coag esta decisión, que según dijo ha adoptado por consejo de sus abogados para trabajar y concentrarse en su defensa legal. Aún así, avanzó que hay "un compromiso moral" con sus compañeros de Coag para que una vez que finalice el proceso legal, y si sale absuelto del mismo, la organización convoque una Asamblea Extraordinaria en la que pueda volver a optar al cargo. Hasta entonces la Secretaría General de Coag será ocupada por alguien elegido "provisionalmente", mientras que en este periodo la representatividad de la entidad recaerá en su presidente, Juan Moreno.

Luis Cortés insistió en que ha sido una decisión estrictamente personal que ha tomado a instancias de sus abogados y amigos más cercanos, puesto que, según explicó, no tiene suficiente tiempo para compatibilizar su defensa legal y la lucha por los intereses de los agricultores.

CON CLARIDAD En este sentido, señaló que los letrados que se ocupan del caso "lo ven claro" porque "la Guardia Civil no ha podido demostrar ningún fraude", aunque "se trata de una denuncia importante y hay que dedicarle muchísimo tiempo". Pese a todo asegura que está tranquilo, porque está convencido de que "hay muchísima documentación que acredita que se hizo bien", y avisa a los "que creen que han terminado conmigo" que "les va a lucir muy poco esa alegría".

Luis Cortés junto a otras once personas, entre las que se encontraban dos de sus hermanos y varios funcionarios de la Consejería de Agricultura, fueron detenidos el pasado día 26 de enero por este presunto fraude de ayudas comunitarias al higo seco, cifrado en un millón de euros.