El consejero destacó ayer los avances tecnológicos presentes en el sector del tomate en los últimos años, lo que ha provocado que la producción haya pasado de 38.000 kilos por hectárea en 1990 a los 70.000 kilos por hectárea en el 2002. Una media que este año será ligeramente inferior, pero que no impedirá que se registre una producción regional "por encima de los 1,3 millones de toneladas de kilos de tomate". Este también se refirió a la reciente petición de la organización agraria UPA-UCE, que pedía a la Junta la creación de una marca de calidad del tomate extremeño. Como avanzó, "en el tomate de transformación esta norma de calidad es difícil de conseguir".