La economía extremeña podría alcanzar un crecimiento del 2,4% en 2019 y del 1,9% en 2020, lo que permitiría la creación de 13.000 nuevos puestos de trabajo al final del bienio. Esto supondría reducir en la región la tasa de paro promedio en 5,1 puntos porcentuales hasta situarse en el 21,2% a finales de 2020. Así se recoge en el último informe ‘Situación Extremadura 2019’, según el cual, la renta per cápita regional experimentará el mayor crecimiento a nivel nacional con un aumento del 8,2% entre los años 2017 y 2020, un 2,2% por encima de cómo lo hará en el conjunto de España. El Producto Interior Bruto (PIB) extremeño habría aumentado el pasado año un 2,6%, una décima por encima de la media nacional y cinco más del dato regional a cierre de 2017. El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, y el director de la Territorial Sur de la entidad, José Ballester, presentaron ayer los datos del informe.

Ballester destacó que con este estudio BBVA pretende «contribuir a que la sociedad extremeña esté lo más informada y mejor posible de manera que pueda tomar mejores decisiones para afrontar los retos y oportunidades del día a día». A preguntas de los medios, Cardoso puntualizó que del incremento en el empleo en la comunidad que señala el informe, en torno a un 20-25% se corresponde a trabajo en el sector público, un 15% se debe a la construcción, y el resto a otros sectores de servicios como hostelería y turismo, entre otros.

A tenor de las cifras contempladas para la región, la economía extremeña «no» se habría visto afectada en 2018 por la «desaceleración generalizada» que se observó en el conjunto del país. Por contra, el dinamismo de la economía extremeña se debió al mantenimiento del crecimiento del consumo privado, de la construcción, así como a un aumento del consumo y de la inversión pública. A ello se sumó, entre otros factores, una reducción en las exportaciones de bienes y la estabilidad del «avance» en las de servicios turísticos. Según el estudio, el gasto de los hogares se mantuvo estable y la licitación de obra pública volvió a aumentar en 2018, al igual que la inversión en vivienda siguió recuperándose, aunque los precios se estancaron, en contraste con el aumento experimentado a nivel nacional.

PREVISIONES // Cabe destacar que las previsiones de BBVA Research para la economía regional de cara al bienio 2019-2020 son «favorables», aunque la tendencia en el horizonte de previsión es de una «desaceleración moderada», en línea a lo esperado en el conjunto de España. En este sentido, el estudio apunta que Extremadura será una de las regiones «más favorecidas» por medidas de incremento del gasto público en cuestiones como los salarios públicos, las pensiones y el salario mínimo interprofesional, que contribuirán a aumentar la renta disponible en los hogares y sostener el consumo a corto plazo.

Asimismo, el informe de la entidad bancaria indica que la normalización «más lenta de los previsto» de la política monetaria apoyará la demanda interna y, en particular, el sector inmobiliario. Por otra parte, se espera que la recuperación de la demanda mundial continúe, a pesar del menor crecimiento en la eurozona, que es el «principal destino de las exportaciones regionales».

El mercado laboral se aceleró el año pasado en Extremadura, pero está todavía 4,5 puntos por debajo del pico máximo alcanzado hace diez años. Según Cardoso, la recuperación no sido homogénea, aunque sí han alcanzado el nivel precrisis en materia de empleo Cáceres y Mérida por la construcción y el empleo público, respectivamente. En este sentido, el economista subrayó que la subida de los salarios públicos como consecuencia de los presupuestos para 2018 ha tenido un mayor efecto en Extremadura. Además, Cardoso prevé un escenario de tipos de interés bajos hasta mediados de 2020 que permitirá que siga aumentado el gasto familiar en Extremadura y la aceleración del crecimiento de la construcción residencial y de sectores afines como el inmobiliario.