El Producto Interior Bruto (PIB) extremeño crecerá un 2,7% en 2018 y un 2,4% en 2019, lo que permitiría, de cumplirse estas previsiones, crear unos 10.000 puestos de trabajo en el conjunto de estos dos años, por lo que la tasa de paro se reduciría hasta el 23,3% al final del período.

Así lo refleja un informe del BBVA, en el que se remarca que el entorno exterior apoyará el aumento de la actividad y la inversión en Extremadura, pero en el que se advierte que «el agotamiento del empuje de la demanda interna y la necesidad de realizar ajustes fiscales» pueden presionar a la baja el crecimiento.

El estudio fue presentado ayer por el economista jefe para España y Portugal de BBVA Research, Miguel Cardoso, y el director de la Territorial Sur de BBVA, José Ballester.

Diversos factores contribuirán a que la economía extremeña continúe avanzando: la mejora del entorno exterior, que impulsará las exportaciones y debería contribuir a mantener la mejora de la inversión productiva; la política monetaria, que continuará siendo expansiva, y un proceso de normalización lento que mantendrá los tipos bajos al menos durante todo este periodo.

Todo ello, según recoge el citado informe e informa EFE, favorecerá el aumento del consumo privado y de la inversión en vivienda. Sin embargo, otros factores perderán fuerza de forma progresiva, y como consecuencia, el incremento de la demanda interna será menor que en años anteriores.

Entre ellos, destaca el menor impulso de la «demanda embalsada» durante la crisis, el reciente aumento de los precios del petróleo, el agotamiento en el recorrido a la baja de los tipos de interés y una ralentización del turismo de residentes en España como consecuencia de la desaceleración de la demanda interna española.

ALTA TASA DE PARO / Por lo que respecta al mercado laboral extremeño, que se recuperó en 2017 con un crecimiento del 2,1% pero que sigue situándose entre los menos dinámicos del país, el informe estima que la tasa de paro estará en torno al 25% en 2018 y del 23,3% en 2019.

Ambos porcentajes contrastan con la previsión media nacional del 15,3% para este año y del 13,7 para el próximo ejercicio. En este mismo marco, el crecimiento del empleo en Extremadura se situará en el 1,7% en 2018 (2,6% a nivel nacional) y del 1,5% en 2019, año en el que en el conjunto de España crecerá un 2,3%.

«Se debe seguir incidiendo en políticas que reduzcan la tasa de paro, la temporalidad y la precariedad en el mercado de trabajo» en Extremadura, según apunta el informe.

En este sentido, Cardoso incide en la necesidad de destinar más recursos en la formación de las personas desempleadas. «Actualmente se están destinando muy pocos recursos», incide el economista, quien asegura que la tasa de paro en Extremadura es «excesivamente elevada».

«Esta recuperación económica todavía sigue dejando de lado a muchas familias», agrega.

En todo caso, es «necesario que los incrementos de costes laborales se vean acompañados de ganancias en la productividad que permitan mantener la competitividad».

El informe remarca la necesidad de «aprovechar las oportunidades de la cuarta revolución industrial, con políticas que suavicen la transición digital, amortigüen los costes y potencien los beneficios».

Para ello resultará clave la mejora del capital humano, la atracción de talento, la rápida adopción de nuevas tecnologías y el incremento del tamaño medio de las empresas.

En materia de turismo, el sector extremeño se vio beneficiado por el aumento de turistas extranjeros, aunque el segmento nacional sigue representando el 80% del total. La recuperación de los precios hoteleros es más lenta en Extremadura que en la media del país, condicionada por un nivel de ocupación más bajo.

Por contra, la mejora de los sueldos públicos anunciada por el Gobierno central podría impactar particularmente en Extremadura, ya que el 25% del total de afiliados en esta región se sitúa en el sector público.