Los préstamos que las empresas y familias extremeñas mantienen con las entidades financieras continúan moviéndose en niveles mínimos. De acuerdo a los últimos datos del Banco de España, los de cierre del tercer trimestre del 2018, el saldo vivo crediticio asciende a 14.572 millones de euros, más de un 34% por debajo del que se contabilizó en diciembre del 2008 (22.227 millones de euros), momento que marcó el punto más elevado de toda la serie histórica de datos, que comienza en 1987.

El proceso de desapalancamiento que hogares y sociedades no financieras emprendieron a causa de la crisis alcanzó su punto culminante hasta ahora en marzo del 2017, cuando se tocó suelo con 14.361 millones de euros de deuda con los bancos. No obstante, desde entonces el volumen de crédito apenas si ha experimentado reducidas oscilaciones en Extremadura tanto al alza como a la baja, moviéndose en números similares a los que había en el 2005. Parecidos en términos corrientes, porque si se consideraran los efectos de la inflación, habría que retroceder mucho más atrás para encontrar una cantidad comparable.

Pero, ¿a qué se destina el dinero que prestan las entidades financieras? Aquí el Banco de España no ofrece datos desagregados por regiones, pero sí del global nacional. En ellos se muestra que la financiación relacionada con la construcción y la vivienda sigue concentrando la parte del león del total: 642.544 millones de euros de un total de 1,2 billones, un 53% (en 2008 era de 1,1 millones, más del 60%). De ellos, casi medio millón corresponde directamente a la adquisición de vivienda. En este capítulo el crédito vivo ha caído en más de 87.000 millones de euros desde el 2013 (un 14%), mientras que en relación al 2008 el descenso es de más del 20% (de 623.101 a 498.949 millones de euros).

ACTIVIDADES PRODUCTIVAS / También se aprecia un importante descenso en el dinero adeudado para actividades productivas. En la última década, ha pasado de sobrepasar el billón de euros a estar en 549.891 millones (-46%). El decremento más acusado ha sido el de las actividades relacionadas con la construcción, donde el crédito vivo ha quedado en menos de una quinta parte del que había antes de la crisis (de estar en 156.363 millones se desploma hasta los 28.405). También es significativo el descenso en los préstamos mantenidos por la industria (de 155.480 millones a 106.128, aproximadamente un tercio menos). En cuanto a la agricultura, en estos diez años baja de 26.593 millones a 21.038.

Por lo que respecta a la concesión de crédito para compra de bienes duraderos, si bien es cierto que aún se encuentra por debajo del volumen que había en septiembre del 2008 (48.669 millones de euros frente a 55.859), también lo es que en el último lustro prácticamente se ha duplicado.

En esta misma línea van los datos de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (Asnef), que recoge para Extremadura un aumento del nuevo crédito al consumo del 66% entre el 2013 y el 2017. Ese ejercicio, último para el que hay datos disponibles, el auge fue del 12,3%, hasta los 409,8 millones de euros, destinados a la compra de coches, adquisición de otro tipo de bienes como electrodomésticos y para consumo en general. El Banco de España ya ha advertido de los riesgos que entraña un excesivo crecimiento de este segmento del negocio bancario, que suele tener una morosidad relativamente elevada y en el que las garantías juegan un papel menor.

Esta tendencia al alza del dinero solicitado para bienes de consumo en la región parece apuntar a que el proceso de desapalancamiento de familias y empresas toca a su fin. Una dirección hacia la que también señalan los últimos datos del INE sobre concesión de hipotecas, según los cuales el crédito prestado por las entidades con este fin aumentó un 21,6% en el 2018, hasta los 441 millones de euros.

DEPOSITOS / En el lado del pasivo bancario, el dinero que hogares y empresas extremeñas tienen depositado en las entidades financieras era en septiembre pasado de 17.560,3 millones de euros, cuantía algo menor al máximo de la serie, al que se llegó en el trimestre anterior (17.793 millones), pero tercera mayor cantidad hasta la fecha.

Cuatro de cada cinco euros que los agentes económicos privados extremeños tienen depositados en bancos están en cuentas a la vista (14.095 millones de euros). Por contra, la nula rentabilidad que ofrecen actualmente los depósitos a plazo hace que estos vuelvan a bajar un trimestre más. Los 3.465 millones de euros que suponen significan bastante menos de la mitad de los 8.961 millones que llegó a haber invertidos en este tipo de productos a mediados del 2011 en la comunidad autónoma.