Por el motivo menos deseado y una vez más. Puerto Hurraco volvió ayer a copar páginas y minutos en los medios de comunicació, al cumplirse el vigésimo aniversario del trágico día en que los hermanos Antonio y Emilio Izquierdo asesinaron a nueve personas e hirieron a otras seis. Pese a los muchos años transcurridos, el nombre del municipio extremeño no deja de vincularse a este trágico episodio, que fue llevado al cine por Carlos Saura en la película El séptimo día y que sigue siendo todo un sambenito para Extremadura.

La historia ha sido mil veces repetida. Disputas por las lindes de las fincas. Un primer episodio de violencia en 1963, protagonizado por el hermano mayor de los Izquierdo, Antonio, que apuñala a Amadeo Cabanillas por entrar en una finca disputada entre las dos familias. Las rencillas se acumulan. Siguen amenazas, insultos, diferentes enfrentamientos con apuñalamientos. Y un incendio en el que fallece Isabel Izquierdo, la madre de los dos asesinos que el 26 de agosto de 1990 se apostaron en una calle de Puerto Hurraco para disparar con sus escopetas de caza a cualquiera que se apellidara Cabanillas.

Las dos primeras en sufrir tal suerte fueron Antonia y Encarnación, dos niñas de 14 y 12 años. Después corrieron la misma suerte varios familiares suyos y otros vecinos del pueblo. En total, nueve muertos y 15 heridos, muchos de ellos con graves secuelas. Y el sambenito de representación de la España más tétrica y profunda, que aún persigue al municipio y a la región, por lejos que quede ya ese negro suceso.

Su último capítulo ocurrió en abril de este año, cuando falleció Antonio Izquierdo, ahorcado en la cárcel de Badajoz el día en que cumplía 25 años de condena y cuando hubiera quedado en libertad de no habérsele aplicado la doctrina Parot. Algo más de tres años antes despidió a su hermano Emilio --que murió en el mismo lugar-- con la frase "te vas con la satisfacción de que tu madre ha sido vengada". Sus hermanas Angela y Lucía, consideradas inductoras del crimen, habían fallecido un año antes en el psiquiátrico de Mérida.