La intervención del presidente de la Junta en el acto central del Día de Extremadura, donde criticó el afán nacionalista por colocar "apellidos" a sus comunidades y obtener así "réditos dinerarios", ha desatado un aluvión de reacciones en toda España, que van desde el aplauso del presidente del PP andaluz, Javier Arenas, a la feroz crítica de nacionalistas como Carod Rovira (ERC), pasando por la cautela expresada por la dirección socialista y la "preocupación" de los líderes nacionales del PP.

Del lado socialista, su portavoz en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó que la opinión de Ibarra es "perfectamente respetable" y que el presidente extremeño no arremetió contra nadie. En todo caso, reconoció que Ibarra utiliza a veces "unas formas muy duras".

Ayer, Rubalcaba telefoneaba a Ibarra y, según señaló, éste le habría comentado que su intervención no es la que reflejan ciertos medios que ven en el discurso un claro ataque a los gobiernos catalán y andaluz.

PINTORESCO Por su parte, el secretario de Política Autonómica del PSOE, Alfonso Perales, tras calificar de "pintorescas" las afirmaciones del dirigente extremeño, indicó que lo relevante es que Ibarra "es una persona que se comporta con lealtad al Estado de las Autonomías y defiende la Constitución". Perales añadió que que la postura socialista sobre el modelo territorial es la que salió de su último congreso, y que lo demás "son opiniones particulares".

Por su parte, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, presente ayer en Mérida, afirmó que las palabras del presidente de la Junta fueron sacadas de contexto, y que Ibarra expresó una preocupación legítima, para lo que tiene "todo el derecho".

Mientras, el alcalde coruñés y presidente de la Femp, Francisco Vázquez, apoyó que el debate territorial se rija por los principios de unidad, constitucionalidad e igualdad, junto con el de solidaridad, y apuntó que la única Comunidad con derecho a llamarse histórica es Navarra.

Desde Andalucía, su presidente, el socialista Manuel Chaves, pidió que no se dramatice el debate territorial, sin dar privilegios o marcar discriminaciones, aunque pidió aclaraciones a Ibarra por su alusión al flamenco, indicando que "(el flamenco) es algo más que palmas y bebida", y le instó a que explique si se refería a Andalucía.

Finalmente, el ministro de Industria y primer secretario del PSC, José Montilla, fue el único que desde las filas socialistas criticó abiertamente a Ibarra, al calificar sus declaraciones de "cómicas", y señalar que "no hay que darles mayor importancia" porque no responden en su opinión a las posiciones de la mayoría de los presidentes autonómicos del PSOE.

APLAUSO Y PREOCUPACION Por el primer partido de la oposición, su secretario general, Mariano Rajoy, apuntó que Rodríguez Ibarra transmitió el martes "con meridiana claridad" al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que el debate sobre el modelo territorial es "un disparate", y que rechaza los nominalismos.

Mariano Rajoy agregó que las palabras del presidente de Extremadura trasladan un mensaje similar al que él mismo transmitió a Zapatero en el debate de investidura, es decir, "no abra melones que no sabe dónde pueden terminar. No abra procesos sin tener claros los objetivos y el procedimiento".

Por su parte, el coordinador popular de Comunicación, José María Michavila, atribuyó el tono del discurso al "desagrado" que existe en el seno del Gobierno, y se preguntó "qué cosas sabrá" Rodríguez Ibarra para emitir esas "descalificaciones e insultos" hacia la posición política del PSOE y hacia otros compañeros de su propio partido.

En términos similares, la coordinadora de Acción y Participación Sectorial del PP, Ana Pastor, tras asegurar que no recuerda "en la Historia de España" unas declaraciones similares, expresó su preocupación por la postura de Zapatero en el debate territorial, y dijo que el presidente gobierna con presiones de grupos que quieren reformar el modelo de Estado en un proceso que el PP aún desconoce.

También desde las filas populares, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, manifestó que Ibarra "lleva más razón que un santo", y anunció que pedirá a Chaves que "hay que pararles los pies a Maragall y a Carod Rovira", por plantear un debate que sólo busca la insolidaridad.

DURA REACCION NACIONALISTA Como es obvio, los ataques más feroces los recibió el presidente extremeño del lado nacionalista, especialmente desde Cataluña.

Así, Artur Mas, dirigente de CiU, calificó la intervención de Ibarra como "impresentable", y se mostró especialmente molesto por "el tono de cachondeo" empleado por el presidente de la Junta.

En todo caso, restó importancia al discurso de Ibarra, de quien dijo que sólo es "el que pone la música", cuando a él lo que le interesa es "quién pone la letra, como José Montilla".

Más duro aún se mostró Josep Lluís Carod Rovira, presidente de ERC, quien defendió que el presidente de Extremadura "no tiene credibilidad ni en su propio partido", para añadir que no vale la pena "perder ni un segundo de nuestro tiempo en hablar de Ibarra", ya que, a su juicio, "nadie sensato, ni ningún partido serio le da la más mínima credibilidad política a un personaje que, por no tenerla, no la tiene ni en su propio partido".

Desde Galicia, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) también se unió al coro de descalificaciones, y su portavoz en el Congreso, Francisco Rodríguez, definió a Ibarra como "un instrumento para intoxicar el debate urgente y necesario sobre la estructura territorial del Estado", para agregar que este tipo de opiniones manifiestan la "dualidad" existente en el PSOE sobre esta cuestión.

A su juicio, en las filas socialistas conviven dos sectores, uno más centralista, al que pertenecería el presidente extremeño y otro que forman los que desean adaptar la estructura del Estado a una realidad plurinacional, y agregó que Ibarra pertenece a los sectores sociales "más inmovilistas, agresivos y hostiles con los deseos de otros pueblos al autogobierno".

Asimismo, los nacionalistas aragoneses mostraron su disgusto con el discurso, y el presidente de la Chunta Aragonesista (CHA), Bizén Fuster, tildó a Ibarra de "charlatán debocarrado" (soez, en aragonés), para agregar que "no tiene credibilidad autonómica", y apuntar que "se trata de alguien que preside una Comunidad gracias al esfuerzo que hicieron muchos nacionalistas durante el debate constitucional" en la transición.

OPINION EXISTENTE EN EL PSOE En cuanto a IU, su coordinador nacional Gaspar Llamazares, no manifestó extrañeza por las declaraciones, y aseguró que lo dicho por Ibarra responde a una opinión que existe en el seno del PSOE.

En su opinión, lo sorprendente no es lo que dijo ya que "siempre se pronuncia de la misma manera", sino que esas manifestaciones coincidieran en el día con la reunión de Rodríguez zapatero y Rajoy para constatar sus diferencias respecto a las reformas territoriales.

Más contundente estuvo Joan Herrera, portavoz adjunto de Izquierda Verde en el Congreso, quien manifestó que lo dicho por el presidente extremeño "se parece más al discurso de Mariano Rajoy que al Estado plural y plurinacional" que defiende Rodríguez Zapatero.

Para Herrera, este tipo de declaraciones, que calificó como "poco sorprendentes" y "cómicas", responden a la "visión centralista de España" que tiene el presidente de la Junta, y que el dirigente de Izquierda Verde espera que sea "minoritaria".