La organización Cruz Roja Extremadura trabaja en la actualidad en Haití en un plan de reconstrucción de infraestructuras comunes y alojamientos temporales en las zonas afectadas por el terremoto que desoló el país.

Estos trabajos se unen a la Unidad de Telecomunicaciones instalada meses atrás por la delegación extremeña y al envío en un delegado experto en agua.

El presidente autonómico de la organización, Javier Caro, ha explicado que la respuesta de la sociedad extremeña ha sido "muy positiva" y permitió desplegar en los primeros días siguientes al desastre una Unidad de Telecomunicaciones junto con el apoyo del Ayuntamiento de Mérida.

Posteriormente, empresas, asociaciones, colegios, ayuntamientos, cajas de ahorro y personas anónimas "se han volcado en acciones para recabar fondos destinados a las operaciones de ayuda a los damnificados", según Caro, quien ha insistido en que "las necesidades continúan siendo numerosas".

Entre las últimas acciones realizadas, informa, destaca el envío de un delegado extremeño experto en agua y saneamiento que ha permanecido más de un mes en Haití colaborando en la construcción de letrinas en varios asentamientos humanos.

Haití ahora

"Seis meses después del terremoto que asoló Haití, más de un millón y medio de personas continúan dependiendo de ayudas externas para salir del caos en el que los dejó el terremoto del pasado 12 de enero", ha destacado el presidente autonómico de la organización.

La Cruz Roja de 23 países, entre ellos España, continúa trabajando en el país caribeño y mantiene la distribución de agua potable (2,4 millones de litros al día), y la puesta en marcha de acciones de saneamiento como la construcción de letrinas, drenajes, duchas y el fomento de medidas de higiene en los campamentos de desplazados. Los hospitales de campaña han atendido a más de 100.000 pacientes y vacunado a 150.000 personas.

Mientras persiste esta acción de emergencia, Cruz Roja Española trabaja en nuevos retos como la reconstrucción de infraestructuras (escuelas y otras construcciones comunitarias) y la planificación de acciones de seguridad alimentaria, formación ocupacional y de reactivación de la economía familiar.

"Mención especial merece la dotación de albergues en un país en el que el terremoto dejó más de un millón de personas sin hogar", según Cruz Roja, que ha informado de la presencia de un plan a medio-largo plazo que podrá prolongarse "al menos hasta el año 2016" y que contempla mejorar las condiciones de vida de los damnificados. También busca trabajar por la recuperación de sus medios de vida para posibilitar un desarrollo económico a largo plazo y "del que ellos mismos sean protagonistas".

La campaña de ayuda de Cruz Roja y de la Media Luna Roja es la "mayor operación humanitaria después del tsunami del sur de Asia (2004) y la más grande realizada en un solo país", ha concluido.