Desde la aparición de los primeros casos de gripe A en México y su posterior extensión a todos los rincones del planeta, las autoridades sanitarias han puesto en marcha todo tipo de medidas para mantener informada a la población con el fin de mantener la calma. La Junta de Extremadura se ha sumado a una iniciativa del Ministerio de Sanidad y ha habilitado su propio teléfono de consultas. A través del 900 77 71 12, todas las personas que deseen aclarar cualquier cuestión relacionada con la enfermedad pueden recibir información específica sobre el virus N1H1 y su evolución.

De ocho de la mañana a doce de la noche, en horario ininterrumpido, esta centralita viene recogiendo una media de once llamadas por día, una cifra que se ve drásticamente reducida los fines de semana y que repunta los días en los que los telediarios y titulares de prensa se llenan con informaciones sobre un nuevo brote o sobre la muerte de un paciente por la gripe A.

A un lado del teléfono se encuentra una enfermera que ha recibido formación especializada en la unidad de epidemiología del Hospital de Mérida. Al otro, un ciudadano con la necesidad de resolver alguna duda relacionada con la enfermedad. La mayoría de las llamadas acaban tras ser resuelta la duda del ciudadano. En caso de que presente síntomas de la enfermedad o de otra similar, como un resfriado, la enfermera aconseja al paciente visitar a su médico de familia con el fin de descartar cualquier posibilidad, y le da consejos prácticos para evitar un posible contagio a las personas que le rodean.

Sin embargo, la inmensa mayoría de las llamadas indican desde la exposición de los síntomas, que el causante de estas molestias no es el virus de la gripe, sino un simple resfriado de verano, causado por los contrastes de temperatura que provocan los aires acondicionados, los baños en piscinas o las bebidas frías.

Muchos ciudadanos llaman confundidos por la proliferación de informaciones en internet que no son del todo correctas. Por ello, en este número gratuito aconsejan solamente informarse a través de la web del Ministerio de Sanidad, de la Organización Mundial de la Salud, o del portal extremeño de información sanitaria, donde se pueden resolver las preguntas más frecuentes y recibir toda la información referente a la enfermedad. Muchos de los usuarios cogen el teléfono alarmados por una incorrecta información recibida a través de páginas de internet poco fiables o que ofrecen una información incorrecta sobre la enfermedad, sus síntomas y sus consecuencias.

También se llama muy frecuentemente para conocer cuestiones relacionadas con la desinfección de lugares que puedan estar contaminados. Cuántas horas prevalece el virus en un objeto o qué productos son necesarios para desinfectado, son algunas de las preguntas estrella.

Pero las preferidas por los usuarios de este número se refieren a las vacunas contra la gripe (a quién va destinada, cuándo comienza la campaña), sobre los síntomas, y muy acorde con las fechas en las que nos encontramos, los ciudadanos preguntan cuestiones relativas a los viajes. Madres que quieren conocer en detalle la situación del virus en las zonas a las que van sus hijos de campamento, restricciones de entrada y salida de determinados países, son algunas de las pregunta más frecuentes.

Se ha dado el caso de unos extremeños que viajaron a Londres para visitar a un familiar, y cuando llegó la hora del regreso llamaron para asegurarse de que podían hacerlo con total tranquilidad. La respuesta que reciben todos estos casos es la misma: la OMS recomienda continuar con una vida normalizada, por lo que no deben alterarse los planes para viajar.

También se ha dado el caso de ciudadanos de otros puntos del país que consiguen este número a través de la web. En cualquier caso, también se les presta la información. La recomendación de las autoridades sanitarias extremeñas es que si surge cualquier tipo de duda, es preferible llamar a este número para descartar los casos que no se corresponden con la gripe A, antes que acudir directamente a las urgencias de los hospitales y colapsar los servicios sanitarios.