Rebotica de la boutique cacereña Elpidio y Leo. Las fotos de vírgenes se mezclan con las postales dedicadas de artistas: La Esperanza y María Dolores Pradera, La Montaña y Concha Velasco. Si las paredes de la rebotica hablaran podrían contar historias de Paco Rabal, de Charo López, de la Ladrón de Guevara y la Gutiérrez Caba... El mundo de la farándula se reunía en esta sala minúscula y acogedora cuando visitaba Cáceres.

Por aquí han pasado toreros y cupletistas, actrices y galanes. También conocen los interiores de este templo del buen vestir las damas de la sociedad cacereña más chic, que en los 60 y 70 venían a hacerse sus trajes de boda exclusivos. Elpidio y Leo y la ya desaparecida Dioni fueron durante años los árbitros extremeños de la elegancia. Leo no ha perdido su aura de profeta de la moda, de censor de la impostura en el vestir. Sigue viajando, mirando, arriesgando...

Abre usted con su hermano la boutique Elpidio y Leo y Cáceres se queda atónita.

-- Fue en 1965. Entonces había otras dos tiendas de moda que eran Dioni y Kenia, que estaba donde hoy está la librería Bujaco y al ponernos nosotros duró un año. Yo era un empresario muy joven, veinteañero. En esta calle de San Pedro de Alcántara sólo estaban entonces la farmacia, el colegio de las carmelitas y el cine Astoria. Nos trataron de locos por ponernos en esta calle porque entonces todo el mundo quería estar en Pintores, pero yo me empeñé y suponía que iba a pasar con esta zona lo que luego ha sucedido: me salí con la mía. Entonces, a medida, cosían Rafael para hombre y mi hermano Elpidio para mujer. Nuestra tienda fue un bum porque era una línea distinta a lo que se veía en Dioni. La gente venía expresamente a ver nuestros escaparates, que sorprendían porque eran muy grandes y sólo exponíamos uno o dos vestidos, unas flores secas, unos zapatitos.

NO VENGO DE VUELTA

¿Hace 40 años, hacían escaparates del siglo XXI, pero no corren peligro de quedarse hoy atrás?

-- No me gusta echarme faroles, pero veo muchas cosas que se hacen ahora y yo ya las hacía hace muchísimos años. No vengo de vuelta, sigo viajando y aprendiendo para hacer y traer cosas distintas. Lo que pasa es que a veces la gente ve 20 prendas iguales en otras tiendas, luego ve una prenda mía diferente y piensa que el atrasado soy yo, cuando es al revés. Sé que en ropa voy muy avanzado. Yo no he trabajado nunca por las revistas. Seguía las tendencias, pero a mi manera. Sé que cuando vienen los viajantes, en otras tiendas se compra lo que se va a vender seguro, yo arriesgo y compro prendas más rompedoras. Hace 30-40 años no todo el mundo se podía pagar buenos trajes. Hoy, afortunadamente, la gente está dispuesta a todo. Hoy mantiene la tienda la gente que trabaja, que antes no era fulana de tal.

Porque ustedes vestían mucho a fulanita de tal.

-- En 1968 le hicimos un traje de novia a una amiga, Gloria, que fue una sensación y me hizo famoso en trajes de novia. Detrás de Gloria me vino Isabelita Palomino, hija del entonces presidente de la Diputación, cuya boda levantó mucha expectación. A partir de ese traje empezaron a venir a hacerse trajes de novia chicas de Madrid, de Marruecos... Vino incluso la hija de un ministro a la que tuve que decir que no por las fechas.

Hijas de ministros, mujeres famosas...

-- María Dolores Pradera tiene ropa nuestra y nos regaló el primer disco que grabó. La mayor de las hermanas Gutiérrez Caba se llevaba ropa nuestra cada vez que venía a Cáceres y se metía en el taller y me entretenía mucho a las chicas. Isabel Ayuso cuando venía a actuar al Astoria, María Fernanda d´Ocón, Charo López cuando empezaba, Teresa Rabal. Paco Rabal se tiró metido en la tienda los tres meses que duró el rodaje de El alcalde de Zalamea . Paraba en el hotel Extremadura, nos hicimos amigos. Lo llevaba de fiesta por ahí porque entonces yo alternaba mucho, lo llevaba a los puticlubs , era el principio del Pasarón y como yo me lo he recorrido todo. Fuimos un par de veces al Figón a cenar.