Las ayudas a la rehabilitación recogidas en el Plan de Vivienda de Extremadura financian obras de reforma y mantenimiento en la residencia habitual con el fin de mejorar su conservación, calidad o accesibilidad. La cuantía máxima que concede la Junta son 5.000 euros, una cifra que puede llegar incluso a los 8.000 en el caso de que las actuaciones sean para mejorar la calidad y sostenibilidad de la vivienda. En la pasada legislatura, la ayuda máxima eran 4.000 euros. La inversión mínima para beneficiarse del programa es de 1.000 euros (frente a los 2.500 anteriores) y la intervención del agente rehabilitador ha dejado de ser obligatoria con el fin de reducir los gastos de gestión que soporta el interesado.