Muchos tienen claro que quieren ser cuando sean mayores. Futbolistas, enfermeras, bomberos, maestros. Abandonas la inocencia y al aparecer el dinero, las ansias de protagonismo o los miedos desaparece la vocación en la mayoría de nosotros.

Mis alumnos tenían que elegir a un profesor que les diera unas palabras para cerrar su paso por la universidad. Me han elegido a mí y estoy pensando qué decirles y os estoy usando a vosotros para ensayar.

Elegir un trabajo no es fácil. A la mayoría, el trabajo nos elige y por tanto no quiero ser utópico y decirles sólo que es importante que el trabajo tenga un sentido. Como expreso en el gráfico, el propósito de nuestro trabajo debe cumplir cuatro grandes áreas. Debe ser una pasión, y además debo tener habilidades para poder realizarlo. Estas dos cosas conforman lo que es "el elemento". ¿Es suficiente con ello? Pues me gustaría terminar mi discurso aquí, pero no sería consecuente con lo que es mi vida profesional. Faltan dos cosas más. Por una parte el dinero. La mayoría también trabajamos para ganarlo. Y la última es que creo que el trabajo debe ser en parte un servicio a otras personas.

Ser profesional, desarrollar tu vocación, que esta sea una pasión, y que encima sea una misión no es fácil.

Y terminaré preguntándoles por cuál creen que será la emoción más importante de su vida. Me hablarán de confianza, optimismo, alegría o tranquilidad. Y llevo malas noticias. Para la mayoría de ellos será el miedo. Pero es bueno que lo sepan, eso les ayudará. Dejemos esto del miedo para otro artículo.

Y para tí, ¿qué es tu trabajo?