Los menores de 25 años lo tienen muy complicado y los mayores de 45 no lo tienen mejor para encontrar un empleo. Si además son mujeres, la situación empeora. A los problemas que definen el mercado laboral extremeño (con una tasa de paro del 25%, según la última EPA, por encima del 19% de media nacional), como son la elevada temporalidad de los contratos, la estacionalidad del empleo --muy ligado a la agricultura y el sector servicios-- y la brecha de género, se une otro factor que es especialmente severo con los más jóvenes por su escasa experiencia y para los mayores, en muchos casos parados de larga duración que no encuentran el modo de reengancharse al mercado laboral. Y este último factor entra en juego porque una de cada cuatro ofertas de empleo en Extremadura discrimina a los candidatos por la edad y se centra en la franja entre 31 y 36 años. Mientras tanto, solo una pequeña proporción se interesa por los más jóvenes o muy mayores.

Los datos del VII Informe Infoempleo Adecco sobre empleabilidad y trayectoria profesional sitúan en el 29% el porcentaje de ofertas que limitan la edad de los posibles candidatos en Extremadura. De todas ellas, más de la mitad se dirigen a la franja entre 26 y 35 años (un 54%), un tercio de las propuestas buscan aspirantes entre 35 y 45 años y sólo una mínima parte se interesan por los dos extremos: para los más jóvenes, los menores de 25 años, hay un 8,55% de las ofertas, mientras que para los mayores de 46 años están destinadas aún menos, un 6,50% de las propuestas, según este informe, que analiza las ofertas laborales del 2015.

«Entre 5 y 15 años de experiencia», «experiencia de más de tres años», «experiencia de al menos cinco años»... Son algunos de los requisitos que aparecen en las ofertas de empleo de cualquier portal en internet. En ellas no se concreta la edad que se requiere para acceder al puesto, pero el suelo y el techo de la experiencia al que aluden descartan de forma automática a los más jovenes, por la falta de experiencia y a los más veteranos, que rebasan la experiencia máxima pedida.

Por término medio, para acceder a una oferta de empleo solicitan en la región 33,5 años, lo que sitúa a Extremadura entre las comunidades que mayor edad requieren en su oferta de empleo, solo por detrás de Madrid y de Navarra. Por sectores, el que más edad abarca es el sanitario, y la banca. El que menos, la construcción, la hostelería y el sector servicios. Este último es además el que mayoritariamente indica la edad y casi la mitad de las ofertas se dirigen a un grupo concreto.

Reacciones / «Las ofertas deberían centrarse en buscar el mejor trabajador para ese puesto de trabajo sin limitar la edad», reflexiona Teodoro Casares, Secretario de Formación y empleo de UGT. La lectura que hace de estos datos es que los mayores de 45 años, además de experiencia tienen a su cargo «responsabilidades» (familia) que «les hacen autodescartarse de ofertas que les llegan por precios de miseria, y así ni se las ofrecen», afirma. Dice que las empresas prefieren perfiles más jóvenes, «gente sin responsabilidades que les puede resolver la papeleta». En cuanto a los más jóvenes, la falta de cualificación o de experiencia les acaba abocando a contratos muy precarios.

«No hay calidad en las ofertas de empleo que surgen y las que sí la tienen, con la fuga de sustancia gris que se ha producido, abocan a muchas empresas a no encontrar el perfil», dice Miguel Coque, secretario de Formación y Empleo de CCOO.

Sobre los jóvenes afirma que «la apuesta por la Garantía Juvenil en España ha sido un auténtico fracaso» y apenas se ha usado el 10% de los recursos frente al 68% que han llegado a consumir países como Alemania.

Discrepa en todo caso en cuanto a que no haya ofertas para los más jóvenes. «Con la aplicación de la reforma laboral y la puesta en marcha del contrato de aprendizaje, la contratación de los más jóvenes se disparó un 240%», dice sobre los datos que recoge el observatorio de empleo: más de 2.400 contratos de formación para menores de 30 año 2011, frente a los más de 9.000 que se firmaron en el 2015. La conclusión para Coque es que los jóvenes «trabajan si se dejan explotar».

En cuanto a la situación de los mayores de 46 años, «los que realmente tienen una situación dramática en Extremadura están entre 52 y 55 años», indica Coque. Y recuerda que entre ellos se produce ya «una cronificación del paro» que además se está empezando a extender a otras franjas de edad.