Algo más de 60 minutos le bastaron ayer al consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, para disipar las dudas que tenía para cuadrar el presupuesto de la Junta para el próximo año. Ayer se reunió en la calle Génova de Madrid con el equipo económico del PP nacional, encabezado por Cristóbal Montoro, y hoy el Consejo de Gobierno de la Junta aprueba esas cuentas, que serán presentadas el lunes en el Parlamento regional para su tramitación. De esa cita fundamental se extraen tres conclusiones que han sido claves para ese fugaz cierre del presupuesto: la Junta va a mantener el sueldo de los funcionarios (los congelará), el dinero que la comunidad autónoma debe devolver al Estado para cuadrar las entregas a cuenta recibidas lo podrá hacer en diez años, en lugar de los cinco que estaban fijados hasta ahora, y el crecimiento del Producto de Interior Bruto (PIB) previsto será del 0,8% frente al 2,3% que se indicó en julio. Con esos tres parámetros resueltos, habemus presupuesto autonómico de un día para otro.

El propio Fernández destacó que esas respuestas no las obtuvo del Gobierno central ahora en funciones "y solo cuatro días después de las elecciones ya se nos ha recibido", para abordar estas cuestiones en una reunión de algo más de una hora, dijo, de la que salió "muy satisfecho". En ella dejó caer, insistió, viejas reclamaciones como la deuda histórica, el fondo de cooperación y el fondo de inversión que figura en el Estatuto de Autonomía de Extremadura, que las van a seguir demandando al nuevo Ejecutivo comandado por Rajoy.

Fernández, sin dar ni una sola cifra de cómo quedan esas cuentas, recalcó que el Gobierno extremeño va a mantener como están los sueldos de los funcionarios, pero dijo desconocer qué hará el Ejecutivo central en este sentido. "En estos momentos y atendiendo a los distintos escenarios expuestos y con un sentido de prudencia, pensamos que se pueden mantener los sueldos del personal en 2012", explicó. A este respecto, el presidente del sindicato CSIF en Extremadura (que agrupa a este colectivo), José Fernández, señaló que este anuncio confirma que los funcionarios "seguiremos perdiendo poder adquisitivo en el 2012", aunque ese acuerdo "me parece una medida inteligente" en el sentido de que, al menos, no les recortarán los sueldos como se hizo el pasado año.

Además, las liquidaciones negativas se prorrogarán cinco años con lo que la devolución al Estado se hará en un plazo de diez años, y los ingresos del Gobierno central en Extremadura no aumentarán sobre lo ya previsto. Sin embargo, el crecimiento del PIB será menor que el previsto en julio pasado, ya que "el 2,3% previsto en julio es inalcanzable" y ese aumento de la riqueza parece "más asequible" que se aproxime al 0,8%, indicó.

Con todo ello, y una vez conocidos estos indicadores, "ha habido unos pequeños ajustes" sobre el presupuesto que han realizado, pero que no han influido ni de manera negativa ni positiva sobre el mismo, aclaró.

TODO PARECÍA CERRADO

Lo cierto es que el presupuesto regional para 2012 estaba hecho antes de esta cita. Ya lo dijo por la mañana el propio presidente extremeño, José Antonio Monago, que indicó: "Están prácticamente hechos", pero insistió en la importancia de ese encuentro del consejero con el equipo económico del PP para cerrar unas cuentas "reales". A este respecto, comentó que prefiere perder "quince días, veinte días o un mes de retraso y hacer un buen presupuesto que no hacerlo con celeridad y estar pagando el déficit de esos presupuestos durante años".

Sin embargo, tras lo sucedido ayer, el PSOE extremeño aseguró que el Gobierno extremeño ha buscado "una percha" para traer los presupuestos justo después de las elecciones generales del pasado domingo, indicó el portavoz parlamentario socialista, Valentín García, en declaraciones a Canal Extremadura.