La Sociedad Española de Nefrología acaba de presentar en el Senado la iniciativa Código Riñón, que incide en la necesidad de un diagnóstico precoz. Junto a las revisiones, es esencial unas pautas básicas:

EJERCICIO FÍSICO

  • Mantener una vida activa reduce el riesgo de enfermedad renal porque disminuye la incidencia de algunos de los factores que hay tras ella como el sobrepeso, la hipertensión o al diabetes.

DIETA SALUDABLE

  • Priorizar el consumo de alimentos frescos frente a los procesados y también inclinar la balanza a favor de verduras, legumbres y frutas frente a las proteínas de origen animal. En la ingesta de proteínas, siempre se debe primar el pescado y las carnes blancas frente a las rojas.

BUENA HIDRATACIÓN

  • Es importante mantener un nivel adecuado de hidratación y eso supone beber agua de forma regular y no solo cuando se sienta sed. Además se recomienda primar la ingesta de agua frente a zumos y, sobre todo, frente a los refrescos industriales.

NO AUTOMEDICARSE

  • Los nefrólogos recomiendan como medida de prevención tomar tan solo los medicamentos hayan sido prescritos por el médico, evitando el abuso de algunos como analgésicos de los catalogados como no esteriodeos (principalmente el ibuprofeno) o protectores gástricos, que tienen una elevada toxicidad para los riñones. En la región se consumen cada año medio millón de envases de antiinflamatorios.

MENOS SAL Y AZÚCAR

  • Es importante reducir el consumo de sal y los alimentos muy azucarados.

NO FUMAR

  • El tabaco es un factor de riesgo cardiovascular, y el riñón es también un órgano cardiovascular, por lo que se ve también afectado. Además incrementa el riesgo de cáncer renal en un 50%.

TENSIÓN Y GLUCEMIA

  • Hay que controlar los niveles de azúcar en sangre (especialmente si hay riesgo de diabetes) y la hipertensión, ambos factores de riesgo de la enfermedad renal.