En la boca de los agricultores se repite la misma pregunta: "Si no sigo con esto, ¿a qué me voy a dedicar?". La búsqueda de alternativas al cultivo del tabaco ha sido una constante en los últimos años, tanto a nivel de instituciones públicas y privadas, como a título particular por parte de los agricultores. De hecho, la mayoría de los tabaqueros siempre han sembrado algún tipo de producto más al margen del tabaco, como cereales, pimiento, tomate... "Pero de forma complementaria", explican en el sector.

En los últimos años esa actividad de diversificación, que se veía como una opción para complementar los ingresos por el tabaco, se ha acelerado. Así, en el nordeste de la región se ha experimentado con variedades de frutales, espárragos, plantas ornamentales, césped, o leguminosas. Algunos incluso han vendido sus tierras a empresas que pretenden entrar en el sector maderero o han cedido la explotación para la instalación de huertas solares y otros han dejado el cultivo para pasarse a la ganadería, por ejemplo, de porcino ibérico.

También las instituciones han desarrollado distintas líneas de trabajo en este sentido. Desde la Junta se ha experimentado con cultivos alternativos no alimentarios, como la producción de biomasa, o los frutales --en este caso en la finca El Verdugal, entre Tejeda del Tiétar y Pasarón--. Y organizaciones privadas, como el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (Ctaex) --la mayoría de las veces mediante financiación de programas públicos-- han probado con productos agroalimentarios innovadores, como los tomates cherry , las plantas medicinales y aromáticas o las verduras fuera de temporada.

"Puntualmente pueden resultar, pero no hay una solución única, no hay un cultivo único que pueda sustituir al tabaco. Ninguno produce tanta mano de obra, tiene la misma rentabilidad, ni se adapta igual al terreno. No sería competitivo. Y a eso hay que sumar que se trata de un tipo de suelo que no es especialmente rico y que el tipo de superficie no es la más adecuada, ya que se trata de pequeñas fincas repartidas en muchas manos, terrenos de pocas hectáreas", ha apuntado Tomás Sánchez Várez, presidente de la Unión Internacional de Tabaqueros (Unitab), durante el congreso que este organismo celebró hace unas semanas en Cáceres.

A todo eso se añaden las dificultades económicas para realizar la reconversión. "¿Quién me paga a mí las inversiones que he hecho, y que aún me tienen hipotecado, para modernizar mi explotación de tabaco? ¿Y cómo pago la maquinaria necesaria para otro cultivo?", se preguntan los tabaqueros.