TOMATE: Según UPA, las 24.000 hectáreas previstas para esta campaña se verán afectadas en mayor o menor medida. El 80%, unas 19.000, ya estaban plantadas y una parte importante se tendrá que revolver. El resto seguirá adelante, pero con un mayor coste porque será necesario tratar el producto contra los hongos y bacterias. El 20% restante, unas 5.000 hectáreas que aún no se han sembrado, acumulan un gran retraso, a lo que se suma que la planta que estaba guardada en los invernaderos está deteriorada.

MAIZ: de las 48.000 hectáreas previstas para esta campaña, al menos 2.000 se tendrán que revolver, lo que implica volver a sembrar.

FRUTALES: Será necesario tratar unas 15.000 hectáreas con fungicidas, con un coste de entre 200 y 250 euros por hectárea. La recolección empezará con retraso.