La Cumbre Social de Extremadura, formada por unas 80 organizaciones sociales y sindicales, sacó ayer a unas 1.200 personas a la calle en la región --lo que supone una menor afluencia que en anteriores ocasiones-- en contra del paro y los recortes, y a favor de una regeneración democrática basada en la persecución de la corrupción. En Cáceres participaron unas 400 personas entre las que estaban los líderes regionales de CCOO, Julián Carretero, y UGT, Francisco Capilla. En Badajoz se reunieron medio millar de manifestantes y en Mérida se concentraron unos 300 ciudadanos.

A pesar de la lluvia que cayó antes de la salida, en la capital cacereña la concentración atrajo a unas 400 personas, según la estimación que la policía trasladó a la Delegación del Gobierno. Con una pancarta en la que podía leerse Contra el paro. Seis millones de razones. Por una democracia real y participativa , la protesta discurrió con normalidad por el centro, informa C. Ortiz. Antes de la salida, Carretero criticó los recortes en "servicios esenciales como educación o sanidad" y pidió "un cambio radical" en estas políticas. Además, apuntó que es necesario "superar la crisis política e institucional que se está viviendo en España" e hizo una llamada "a la izquierda para que de verdad sea capaz de hacer una política para la gente".

El secretario regional de CCOO valoró positivamente las manifestaciones de ayer, señalando que "suponen un signo de solidaridad para quienes están acampados en Mérida y encerrados en Plasencia". Afirmó que las movilizaciones continuarán y marcó el 1 de mayo como una fecha clave en el calendario.

"ASI NO SE PUEDE SEGUIR" Badajoz, aunque modestamente, volvió a echarse a la calle, en respuesta a la convocatoria contra el paro, a favor de la regeneración democrática "y porque así no se puede seguir, la gente ya no aguanta más", según se expresó Fernando Sánchez, secretario de Comunicación de CCOO, informa A. M. Romasanta. Para Mercedes Martínez, secretaria de Organización de UGT Extremadura, la protesta respondía a los mismos motivos que movilizan a los ciudadanos desde hace cuatro años, "porque el país se mete cada vez más en un pozo sin fondo y nos recortan más derechos". Unas 500 personas desafiaron a la tormenta de granizo primero y de lluvia después, bajo sus paraguas, entre la plaza de España y la avenida de Huelva, donde se leyeron manifiestos.

Entre los congregados estaba el diputado socialista Valentín García, quien defendió que "hay que exigirle a Monago y a Rajoy que hay 174.000 parados en Extremadura a los que hay que darles una respuesta generando empleo" y "para que la democracia se agrande". También acudieron Miguel Bernal, Carmen Pereira, el portavoz municipal, Celestino Vegas, y los concejales de IU Manuel Sosa y Felipe Cabezas.

En Mérida la concentración de unas 300 personas en la plaza de España contó con la presencia de algunos de los participantes del Campamento Dignidad, que desde el pasado 20 de febrero permanece instalado frente a la sede del Sexpe, para pedir una renta básica, informa M. F. Maeso. Una de sus portavoces, Marisa Prudencio, tomó la palabra para explicar que habían acudido con una tienda de campaña, símbolo no solo de su protesta, sino de los muchos ciudadanos a los que la crisis "está dejando a la intemperie".

Posteriormente, dos representantes de la Cumbre Social de Extremadura leyeron un manifiesto en el que, aparte de recordar las exigencias a nivel nacional de lucha contra los recortes y la corrupción, se han referido a la región, que han considerado que "no puede seguir desangrándose", ante lo que han pedido planes de empleo público y que se ponga en marcha el plan de choque contra el paro juvenil, sobre el que se aprobó una propuesta de impulso en la asamblea el mes pasado. También han hecho suya la petición de una renta básica, "como rescate para las familias con dificultades para atender sus necesidades básicas".