Muchas personas buscan fortuna jugando a los distintos juegos de azar para ver si un golpe de suerte les ayuda a salvar la crisis; pero, entre sus opciones no están los distintos juegos de la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), a juzgar por los resultados del año 2008. Hasta el legendario cupón se resiente por las mermadas arcas de los ciudadanos. El pasado año, esta entidad vendió en Extremadura 1.822.884 euros menos en sus juegos que en el 2007, un 3,3% menos, aunque rozó los 52 millones de euros en ventas. Sin embargo, del 2006 al 2007 las ventas crecieron un 3,8% en la región. La situación afecta directamente a los vendedores de la ONCE, 600 en la comunidad autónoma, ya que van a comisión y ven recortados sus ingresos.

La caída de ventas ha sido fuerte, la mayor de los últimos años, "a pesar de haber celebrado más sorteos extraordinarios y a que hemos aumentado los juegos del Rasca", señaló ayer Venancio Ortiz, jefe de ventas de la ONCE en Extremadura. Lo peor se lo llevan los vendedores, porque "esa caída en las ventas les repercute en sus nóminas directamente". El menos popular entre los ciudadanos es el juego 7/39, junto con los distintos Rasca; mientras que el cupón, aunque cada vez menos, sigue siendo el rey en ventas.

Asimismo, esta menor venta merma la prestación de servicios de la entidad "y perjudica a toda la Fundación ONCE", pese a que "la gente dice que juega por si toca y le cambia la vida".

Ante este panorama, UGT y el grupo político Unidad Progresista de esta organización achacan este descenso a la saturación del juego en España; la puesta en marcha del juego Euromillones y la competencia de las rifas ilegales. Por ello, solicitan la revisión del capítulo del juego, nuevos canales de comercialización, la eliminación de las restricciones a los premios del cupón, la asignación financiera del Estado y el control de las rifas ilegales y los juegos por internet.