Según las estadísticas de la Oficina del Peregrino, en el 2019 pasaron por ella 9.201 personas que habían llegado a la capital gallega recorriendo la Vía de la Plata. La cifra, supone aún una proporción muy limitada sobre el total de peregrinos (2,65%), muy lejos del masificado camino francés (189.937) o de los dos itinerarios portugueses, que suman unos 95.000. «Estamos esperando un ‘boom’ pero que no acaba de producirse», sostiene Tomás García, encargado del albergue de Baños de Montemayor, otro de los que permanece cerrado. «Abrir sí que abriré», avanza, aunque de momento no tiene decidido cuándo. Entre otras cosas, porque «en Baños no hay nada abierto todavía, ni hoteles ni nada».

En materia de peregrinos, «este año a cero», lamenta. El cliente que suele tener la segunda quincena de junio, julio y agosto «son españoles todos pero no peregrinos, sino familias del norte, que quieren ir a Cádiz o Huelva de vacaciones y paran una noche, descansan y siguen camino». También tiene puesto el alojamiento en el portal Booking. «Antes ofertaba tres habitaciones, ahora dos. Tengo dos cuartos de baños. Les pondré una cerradura y daré una llave a cada habitación siempre que sean familias. Y la otra habitación la dejo muerta. No puedo hacer otra cosa. Y cuando sea un grupo, si quiere todo el albergue no hay ningún problema». De hecho, ya tiene una reserva de este tipo para un fin de semana a mediados de agosto.