La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Extremadura (ADSP) señaló ayer que conoce y comparte la medida de la Consejería de Sanidad y Dependencia y del Servicio Extremeño de Salud consistente en suprimir de la receta electrónica la prescripción de marcas de siete principios activos, a fin de dar prioridad a los genéricos. Se trata de venlafaxina; esomeprazol; pantoprazol; escitalopram; tramadol; ácido risedrónico; y ácido alendrónico. La decisión ha sido recorrida por Farmaindustria.

Los profesionales sanitarios de este colectivo, asegura, entienden que "algunos medicamentos sólo puedan ser recetados mediante DOE a través de receta electrónica, permitiendo su receta en papel". Hay que tener en cuenta, matiza, aspectos como el precio de los medicamentos afectados, ya que el "elevado gasto farmacéutico es el principal problema para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud". El control del gasto farmacéutico es "imprescindible y urgente, sobre todo en un momento de crisis económica", argumenta.

La asociación cree que son "mayoría" los médicos de la sanidad pública que comparten las medidas de control del gasto farmacéutico, y que "no necesitan manifestarse en ese sentido, porque prescribir por principio activo no les plantea ningún conflicto de intereses". Temen que los que critican la medida "representan a organizaciones profesionales con un alto grado de connivencia con la industria farmacéutica".