El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, avanzó ayer que la comunidad incumplirá el objetivo de déficit fijado para 2018, fijado en el 0,4% del PIB.

Según las previsiones iniciales, se situará una o dos décimas por encima de esta cifra, lo que supone una desviación de «70 u 80 millones» en las cuentas públicas. A pesar de este incumplimiento, Fernández Vara remarcó que durante la legislatura se ha reducido la desviación del déficit desde los 491 millones de euros de 2015 (el 2,81% del PIB) a estos aproximadamente 70 millones con los que espera cerrar el último ejercicio de la legislatura. De esta forma, el déficit se situará en el 0,5% o 0,6% del PIB.

«Al inicio de la legislatura estábamos en casi 500 millones de euros déficit y se va a terminar con aproximadamente 70 u 80 millones», dijo Vara, lo que supone pasar de «casi del 3% al 0,5 o el 0,6%» porque en estos cuatro años el Gobierno regional ha dedicado «todo el crecimiento a consolidación fiscal».

«TAPAR AGUJEROS» / En otras palabras, explicó el presidente, la Junta ha dedicado todo el «dinero nuevo» que ha ingresado a «tapar los agujeros» que había en las cuentas públicas en lugar de a «gastar más» con el fin de lograr el equilibrio financiero, que es algo que está «practicamente logrado». Por este motivo, avanzó que a partir de ahora los crecimientos que registre la comunidad «podrán ir también a inversión pública que contribuya y mejore el crecimiento económico».

En esta línea, señaló que era importante aprovechar el momento para atraer inversiones. «Hay mucho dinero en el mundo», dijo en referencia a los bancos y los fondos de inversión, que según ha señalado eligen muy selectivamente donde ponen su dinero.

Para ello, ha señalado el presidente extremeño, los inversores internacionales ponen una serie de condicionantes, entre los que ha citado la estabilidad política, la paz social, la seguridad jurídica y ciudadana, unos precios razonables de la vivienda y recursos naturales. «Y resulta que todo eso lo tenemos ahora» en Extremadura, concluyó el presidente.