Lavarse los dientes tres veces al día durante tres minutos, llevar una dieta libre en azúcares y acudir a la consulta de un dentista conocido al menos una vez al año. Estas son las claves para tener una buena salud bucodental y evitar problemas que pueden tener serias consecuencias en otras partes del organismo e incluso producir la muerte. El mensaje es conocido por gran parte de la población, pero no todos lo tienen en cuenta. La prueba está en que las consultas al dentista se han reducido un 38% . La crisis tiene parte de culpa, pero no solo la situación económica general, "los dentistas también estamos viviendo una crisis particular", apunta Joaquín de Dios Varillas, presidente del Colegio de Dentistas de Extremadura en un desayuno informativo ofrecido en El Periódico Extremadura.

Esta crisis se refiere a las nuevas formas de asistencia que están relegando a los dentistas tradicionales ante la proliferación de algunas cadenas comerciales de clínicas que se están extendiendo por la geografía extremeña y nacional movidas un interés económico más que sanitario. "Ser dentista es una profesión, no un negocio", insiste el presidente del colectivo. Así, las consecuencias son claras: se están haciendo diagnósticos por comerciales y no por dentistas, se están usando materiales de baja calidad que deben ser sustituidos con menos tiempo, encareciendo el precio real y con los convenientes riesgos para la salud, señala Elías Corbacho Pérez, médico odontólogo y vicepresidente del Colegio extremeño. Y lo barato sale caro. "Se están haciendo tratamientos que no son necesarios nada más que para mantener esos negocios, esa es la tónica diaria de determinadas clínicas que exigen resultados de facturación", insiste el presidente.

Hay pruebas: "Yo atiendo cada semana a tres o cuatro personas que vienen a buscar una segunda opinión a los centros de salud porque acuden a algunas clínicas con un dolor de muelas y salen con un presupuesto para arreglarse toda la boca y hasta con un préstamo", cuenta José Enrique Esteban, médico odontólogo en el Servicio Extremeño de Salud. "Desgraciadamente es la única sanidad en la que hay que sacar un billete de la cartera, pero hay que recordar que la sanidad pública no es gratis. No hay odontología cara ni barata, sino buena o mala", sostiene Corbacho.

Esto, además de poner en riesgo la salud y el bolsillo de la población, está poniendo entre las cuerdas a los profesionales de la odontología. Los contratos precarios con los que se contrata a estos dentistas está deteriorando la calidad asistencial a pasos agigantados, alerta la dentista Mari Paz Moro. A esta situación se llega en parte por la crisis, pero también por el aumento de profesionales que salen cada año de las 20 facultades que imparten estos estudios en el país --doce públicas y ocho privadas, con aulas masivas, ya que no existen numerus clausus. "Actualmente en España hay más de 31.000 odontólogos y según la Organización Mundial de la Salud deberíamos ser 15.000. La facultades se han abierto de forma indiscriminada y sin planificación", señala Moro. Contratos precarios, desempleo y emigración es el futuro de estos profesionales actualmente, cuyo coste de su formación ronda los 60.000 euros de media, y cada año salen de las facultades 1.500 nuevos titulados.

Y es que la oferta es excesiva para una demanda cada vez más mermada por la crisis y porque "la gente no es consciente de que una mala salud bucal repercute en todo el organismo hasta que no le toca", señalan los expertos. En España acude regularmente al dentista el 38% de la población frente al 85% de Europa, donde se cumple la ratio que recomienda la OMS.

ACEPTABLE Y DEFICIENTE En general, la situación bucodental de los extremeños es aceptable en el caso de los niños desde que se puso en marcha el programa de atención dental (Padiex) a menores de 6 a 15 años y deficitaria en el caso de los adultos y especialmente los mayores de 65 años. Esto se agrava con la crisis. Por eso desde el Colegio de Dentistas de Extremadura abogan por incluir dentro del SES programas para la atención bucodental de los mayores como los que ya existen desde el 2004 para los colectivos de niños, embarazas y discapacitados --este último surgió durante un desayuno de trabajo organizado por el Colegio--. "La salud bucodental de los mayores extremeños es de las más deficientes y aunque es complicado en la situación actual, una línea de futuro debería ser implantar programas de ayuda para el edentulismo --pérdida de dientes--, para favorecer que los mayores se pongan las prótesis que necesiten", señala Esteban. "Sería importante y lo más prioritario llegar a este nicho de población que está terriblemente desatendido", sostiene el doctor Varillas.

La odontóloga María Luisa Jurado se basa en los buenos resultados de los programas que actualmente están incluidos en el SES. "Se está viendo que la cifra de caries en la edad juvenil ha disminuido notablemente desde que se están haciendo estos planes preventivos, aunque está aumentando la incidencia en la etapa preescolar, donde la dentición es temporal. Para ello se va a llevar a cabo un estudio epidemiológico en esta edad, para ver qué se puede hacer", informa Jurado, que insiste en la prevención como clave para mantener una buena salud bucodental y con eso, una buena salud general.