El Campamento Dignidad denunció ayer que esta campaña se perderá mucha aceituna en Extremadura debido al decreto restrictivo del rebusco, que hace «prácticamente imposible» esta tradición agrícola, de manera que pidió la modificación de esta normativa. Así lo indicó José Martínez, del Campamento Dignidad, que subrayó que el rebusco de la aceituna permite vivir a muchas familias necesitadas durante dos meses, ya que los residuos de la cosecha suponen varios millones de euros.

El decreto que sacó hace dos años la Junta de Extremadura permite el rebusco de la aceituna a partir del 1 de marzo cuando, según Martínez, «en zonas como Tierra de Barros el producto ya se ha secado».

También criticó que haya que pedir permiso al dueño del olivar para practicar el rebusco, como ocurría en los tiempos de los «señoritos». «En el caso de dar el permiso, hace que se le deba un favor, lo que dificulta posteriormente la reivindicación de derechos laborales a los trabajadores del campo».

Martínez aseguró que el 99% de la gente que practica el rebusco lo hace de forma legal. Y añadió que cuando se hizo la campaña de recolección había mucha sequía. «La aceituna que se quedó en el árbol engordó después con las lluvias y a consecuencia del viento hay bastante aceituna en el suelo, es una pena que no se aprovecha toda la cosecha».