Guerra del tomate a la vista. Los agricultores no aceptan los precios que las industrias proponen para la roja hortaliza ya que no cubren los costes de producción, que según sus cálculos han subido un 20% por el encarecimiento del carburante y los fertilizantes. Así lo anunció ayer la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-UCE) tras una reunión con el consejero de Agricultura, Juan María Vázquez. A ella asistieron las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas para tratar los problemas del sector del tomate en esta primera campaña donde entra totalmente en vigor la nueva organización común de mercado (OCM) del sector, que no contempla ayudas acopladas a la producción.

UPA-UCE entiende que las industrias del sector deben pagar por el tomate unos precios que permitan a los productores mantener la rentabilidad de sus explotaciones y cubrir sus costes de producción, que se sitúan en unos 5.600 euros por cada hectárea de tomate, es decir, 80 euros por tonelada. En cambio, los agricultores han cobrado en la última campaña entre 63 y 65 euros por tonelada de tomate, mientras que para el presente ejercicio, la industria ofrece entre 70 y 75 euros.