Los partidos convierten los desahucios en su nueva arma arrojadiza. Mientras las protestas contra los desalojos forzosos aumentan y se tensan cada vez más con el acoso directo a las personas con responsabilidades de gobierno, desde la región PP y PSOE tratan de acercarse y aplacar con sus argumentos el gran clima de descontento social que se ha generado en la calle. El secretario regional del PSOE, Guillermo Fernández Vara, reivindica una nueva forma de hacer política frente a los escraches al tiempo que el vicesecretario de Organización del PP, Juan Parejo, le pide que no de lecciones porque bajo su mandato se abrieron un millar de expedientes de desalojo a las familias extremeñas. El presidente de la Junta por su parte, rechaza "medidas yeyé" como las de Andalucía y apuesta por distinguir a los desahuciados de los aprovechados.

En una entrevista concedida a Canal Extremadura Radio, Vara aceptó ayer la idea del Gobierno regional de poner a disposición de las familias desahuciadas el parque de viviendas sociales de Extremadura, pero ante la imposibilidad de cubrir las necesidades reales, exige alternativas. El socialista también criticó los escraches frente a las casas de las personas con responsabilidades de gobierno, pero frente a las protestas ha reivindicado una nueva forma de hacer política y ha señalado que "pueden tener un sustitutivo yendo el político a casa del ciudadano".

"Esto de que a tí te eligen y ya no te piden cuentas hasta dentro de cuatro años se terminó, ahora la clase política tiene que entender que aquí hay que estar al pie del cañón y dar cuentas permanentemente", apostilló el socialista. Vara recordó que cuando era presidente también sufrió acampadas frente a la residencia oficial y asegura que siempre lo entendió como un fracaso por su parte. "Todo esto se resolvería si hiciéramos más reuniones y no fuera tan difícil en un momento dado acceder al político", aseguró. En esa línea, inistió en que la clase política tiene que acercarse mucho más al ciudadano para compartir sus inquietudes y no estar tan pendiente de los medios porque "no todo tiene que ser público y publicado".

En respuesta a las palabras del expresidente, el vicesecretario de Organización del PP, Juan Parejo, ha recordado que cuando el PSOE gobernaba se abrieron 1.000 expedientes de desahucio y ha criticado que los socialistas "se atrevan a dar lecciones". Parejo ha mencionado que fue la exministra Carme Chacón la que impulsó la creación de diez juzgados para agilizar los desalojos y que otra ministra, también socialista y extremeña, María Antonia Trujillo, manifestó que "el que tenga deudas que las pague".

APOYO DE LA JUNTA Frente a esto, el popular ha defendido que la Junta haya establecido una moratoria de dos años en el pago del alquiler para las personas que no pueden hacer frente al pago de su vivienda social por circunstancias económicas sobrevenidas y que ofrezca el parque de viviendas públicas regional a quienes no tienen casa.

También sobre los desahucios se pronunció ayer Monago, que abogó por distinguir a los desahuciados de los "aprovechados" porque según considera, no se puede dar el mismo trato al que no puede pagar y al que no quiere. El presidente citó, en este sentido, los dos últimos casos que tiene encima de su mesa. El primero, de una persona de Cáceres titular de una vivienda social que curiosamente, reside en Baleares y hace uso de ella solo en Navidad y en verano. El otro es el caso de una persona que tenía una vivienda social y al parecer se la transfirió a una segunda, que a su vez la desocupó para cedérsela a otra vecina. Esta última, cuando se hizo con las lleves, alquiló la casa por 100 euros al mes, una cantidad superior a su valor real. Ahora la titular reclama la vivienda, pero la vecina le pide 300 euros mientras la dueña "suplica poder entrar en su casa, que ahora está ocupada por toxicómanos".

Monago dijo que, pese a estos ejemplos, seguro que hay gente que tacha a la Junta de "insolidaria" por estar desahuciando cuando hay gente que debe 100 cuotas porque "no ha pagado nunca". "Quienes reclaman medidas de protesta pretenden otra cosa, pero yo no lo voy a decir", apuntó. En este sentido, el jefe del ejecutivo dijo estar en contra del "discurso yeyé y chachi" porque hay que saber diferenciar entre los desahuciados y los aprovechados.