Tres hombres y una mujer, cabecillas de un grupo organizado criminal, han sido detenidos en Villanueva de la Serena en la denominada Operación Tuareg , desarrollada por agentes de la Comisaría de la Policía Nacional de Don Benito-Villanueva. Dos de los detenidos han ingresado en prisión y tres tienen numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio. Los delincuentes se dedicaban a cometer robos con fuerza en establecimientos y naves industriales, y a sustraer vehículos de alta gama. También se les acusa de un secuestro, amenazas y coacciones a un hombre por un ajuste de cuentas, informó ayer el Jefe Superior de la Policía, Angel Luis Galán. La operación se inició en enero y las detenciones se realizaron el día pasado 15. Registraron una vivienda y una casa de campo en Villanueva, a la que trasladaron al secuestrado en el interior del maletero de un vehículo. Además intervinieron efectos valorados en más de 50.000 euros.

Galán calificó la actuación como "una de las mejores operaciones policiales de los últimos tiempos en Extremadura" durante su comparecencia junto a la delegada del Gobierno. Galán añadió que la operación no está cerrada, ya que sospechan que los detenidos tienen colaboradores en otros puntos del país donde han aparecido coches sustraídos en esta zona.

Los efectos intervenidos son un Volkswagen Passat, cuyo robo se denunció en Burgos, un arma corta automática y 7 cartuchos completos alojados en su cargador; y otra arma larga, 7 televisores de pantalla plana, 5 ordenadores, multitud de herramientas y cuchillos, electrodomésticos, 6 equipos HI-FI, una caja fuerte, varias videoconsolas, 24 llaves de vehículos de distintas marcas y una silla en la que tuvieron atada a la persona secuestrada, con sus bridas y cordeles para atarle, así como un aparato de descargas eléctricas usado contra la víctima .

La investigación se inició por el aumento de robos con fuerza en establecimientos y la sustracción de vehículos de alta gama denunciados en dicha comisaría. Detectaron que los coches aparecían en Burgos y otros sustraídos en esa ciudad se encontraban en esta zona, lo que les llevó a identificar a residentes en Villanueva que recientemente hubieran vivido en Burgos e iniciaron los seguimientos para desenmascarar al grupo.