La cosecha de cereales de invierno --trigo, cebada, avena...-- disminuyó en torno a un 30% en Extremadura esta campaña con respecto a la anterior, en la que se cosecharon 424.000 toneladas. Son los cálculos que realiza la organización agraria UPA-UCE. Esta situación contrasta con el aumento de cosecha que se experimentará a nivel nacional, donde se espera pasar de algo más de doce millones de toneladas a alrededor de quince.

La causa de esta mala cosecha la han tenido fundamentalmente las abundantes lluvias. Además de retrasar la siembra, han impedido que se apliquen adecuadamente los tratamientos fitosanitarios y han propiciado en los cultivos la asfixia radicular (muerte de las plantas por exceso de humedad), factores que han llevado a una disminución generalizada de la calidad y cantidad de la cosecha.

En cualquier caso, la mejora de las condiciones climáticas registrada durante el último periodo de la campaña han permitido que la producción experimente cierto repunte, ya que antes de comenzar la recogida UPA-UCE había estimado en un 40% la proporción de descenso que se experimentaría este año.

Joaquín Perera, responsable de cultivos herbáceos de UPA-UCE, indica que en muchas zonas los rendimientos por hectárea han caído a la mitad. De esta forma, en el caso del trigo blando se ha pasado de 2.500-3.000 kilos recogidos por hectárea a 1.200. En el caso de la cebada asegura que ha sido "una de las peores cosechas de los últimos años", con entre 750 y 800 kilos por hectárea. "En ocasiones no compensaba recogerla porque no daba ni para pagar la cosechadora".

Sin embargo, en Asaja Extremadura se sitúa el descenso en la cosecha total de cereales de invierno en la región en apenas un 3%.