Los recientes episodios de intensas lluvias acontecidos en Extremadura, que han afectado con mayor virulencia a la cuenca del Guadiana, han traído consigo la necesidad de efectuar desembalses en los principales pantanos de la cuenca en la región. Los caudales desembalsados, junto a la importante aportación de los ríos laterales no regulados: Ortigas, Guadámez, Alcazaba, Limonetes, Guerrero, Aguas Blanquillas o Gévora entre otros y las que ocurren aguas abajo de las obras de regulación que son incontrolables, han causado importantes inundaciones que previsiblemente, aún están pendientes de evaluación sus consecuencias, han producido cuantiosos daños tanto en infraestructuras hidráulicas y viarias como en las parcelas y en algunos cultivos y plantaciones. Afortunadamente no se han producido daños personales.

De inmediato se han buscado culpables de la situación producida, y se ha puesto el foco en la actuación de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. No tengo en la mano datos de los hidrogramas de las avenidas, de la situación previa de los embalses o de las previsiones de lluvia con las que se ha actuado que son muy importantes para poder juzgar actuaciones, pero de la información existente deduzco que los profesionales de la Confederación tanto los técnicos como el personal de los embalses ha actuado con el mayor rigor, como siempre lo hacen y lo han demostrado en otros episodios de lluvias, para tratar de minimizar los posibles daños y defender a las personas y bienes de la cuenca.

XCON EL MAXIMOx respeto a todas las opiniones, la casi totalidad expresadas a "toro pasado" no se puede culpar o insinuar posibles negligencias sin tener datos claros del episodio de lluvias en la totalidad de la cuenca, de las aportaciones que han recibido los embalses, de cómo se ha laminado la avenida en cada uno de ellos y se han coordinado los desembalses en una cuenca que además es internacional y si los técnicos han dispuesto de todos los medios y datos necesarios para poder evitar la catástrofe.

Lo procedente en estos casos es habilitar urgentemente recursos para indemnizar a los afectados, para ello existen fondos de contingencia nacionales y autonómicos para casos de fuerza mayor como es el presente, y sacar consecuencias para actuar en la cuenca hidrográfica de modo que las acciones a llevar a cabo no se vean afectadas por los recortes presupuestarios.

Así que deberían estudiarse con el mayor rigor la ejecución de nuevas obras de regulación, llevar a cabo actuaciones de limpieza de cauces, muchos de ellos sucios hasta las trancas por razones pretendidamente "ambientales", mejorar y mantener los sistemas de información como el SAIH y conservar adecuadamente las infraestructuras de regulación. Buscar culpables sin que previsiblemente exista causa justificada para ello es un esfuerzo que a mi juicio es inútil y no conduce a ningún resultado práctico.