La imagen del Resucitado, aunque mojada, pudo regresar la madrugada del Domingo de Resurrección a la iglesia del convento de Santa Ana, pero la cofradía no quiso arriesgar más con la Virgen de la Aurora, de vestiduras delicadas, y el paso tuvo que resguardarse sobre las 3.30 de la madrugada en la cercana ermita de Nuestra señora de la Soledad, donde permaneció hasta ayer, desmontado, en la capilla superior de la iglesia, en un altar habilitado para ella.

La procesión del Resucitado, la única de Gloria que desfila en Badajoz, salió sobre la hora prevista, a las 12.30 de la noche. Llegó a la carrera oficial como estaba previsto y durante el Encuentro, uno de los momentos más emotivos de este desfile, ya empezó a chispear y la cofradía decidió regresar a un ritmo rápido. El Cristo iba más adelantado que la Virgen, el paso del Resucitado no lleva bordados y la imagen está cubierta de una patina especial que impide que le ocurra algo si le cae un poco de agua. Es la primera vez que en los 25 años de esta cofradía, ha llovido durante su procesión, la que cierra la Semana Santa pacense, según recuerda el presidente de la hermandad, José Antonio Pinilla, a excepción del primer año, que llovió un poco, pero no impidió que saliera.

La Virgen de la Aurora volverá a salir en procesión el próximo domingo, 15 de abril, a las 10.30 de la mañana, para el Santo Rosario, después del Triduo de los dos pasos titulares, y lo hará cargada en parihuelas, con motivo precisamente de los 25 años de la fundación de esta hermandad, que ya lo es oficialmente, desde que el pasado Domingo de Ramos han sido elegidos hermandad canónicamente, tras firmar sus estatutos. "Ahora somos hermandad de hecho y de derecho", dice el hermano mayor, aunque sabe que en la práctica funcionaban como tal. Ha sido un largo proceso. Esta cofradía es la más joven de las que salen en la capital pacense. En la actualidad tiene 325 hermanos y desde hace dos años cuentan con banda propia.