Desde las 12 de la noche del día 7 los fieles no cesaron de hacer cola para besar el manto de la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura. El contacto físico no desapareció con las ropas que visten a la patrona de la región a pesar de la alerta mundial por la pandemia de la gripe A y la advertencia de evitar los besos e incluso los apretones de manos entre vecinos. "Ni nos lo hemos cuestionado, tampoco he visto a nadie dudar", afirmaba un franciscano presente en la reanudación del ´besamanto´ que tuvo lugar después de la procesión. "Quizás sí que puede haber habido alguien que no haya tocado, pero la mayoría de la gente ha besado e incluso ha pasado a los niños", añadía quien con voz risueña apuntaba "prevalece la devoción a la gripe". Antes, un caballero de la Virgen reflexionaba "¿Gripe A? Si nos lo planteamos no dejamos que venga nadie".

Fuera del templo, otro ´monstruo´ actual dejaba una ligera huella: la crisis económica, aunque las valoraciones eran dispares.

En la tienda de recuerdos del monasterio señalaban sin dudar que había la mitad de gente que otros años y que en las ventas se han notado el descenso. En el parador de turismo, a pesar de estar completo, también remarcaban que se apreciaba que había menos gente en la calle (al menos no había colas para ver su patio, como en otras ocasiones). Y en una céntrica tienda de productos típicos también apoyaban la visión de que el número de visitantes, y por tanto de transacciones comerciales, se ha reducido a la mitad.

La visión era completamente distinta en un bar cercano a la plaza donde un camarero, mientras atendía las mesas, decía "estamos a tope, es increíble". En una calle algo más apartada, la dependienta de una pequeña tienda de embutidos consideraba que algo menos de gente sí que había. La crisis puede ser un motivo, el hecho de que la fiesta haya caído en martes, otro.

Los operarios de Cruz Roja también consideraban que este año ha habido menos peregrinos, de hecho la casa de socorro de las damas estaba cerrada poco después de la misa.

Mientras, peregrinos y visitantes continuaban llegando hasta la céntrica fuente. Ayer todos los caminos llegaban a Guadalupe. Alrededor de las 14.30 horas seis jóvenes de Talavera de la Reina finalizaron su recorrido que iniciaron siete horas antes en la ciudad toledana. Sus rostros reflejaban lo duro del trayecto. "Un amigo tenía una promesa y hemos venido a acompañarle", decía otro.